Domingo 13 de abril de 2003

La ONU evalúa a Cuba tras los fusilamientos

 

Tropas de EE. UU. capturan al primer jerarca y bombardean Tikrit

 

El caos sigue reinando en varias ciudades. Extienden el toque de queda en Bagdad. La ofensiva se concentrará ahora en el pueblo natal del ex presidente Hussein.

 
Los kurdos aumentaron su control en el norte del país, pero los soldados estadounidenses ya los están reemplazando para evitar los recelos de la población árabe y turca.
BAGDAD (Reuters) - El asesor científico de Saddam Hussein se convirtió en el primer colaborador cercano al presidente iraquí en rendirse ayer, mientras Estados Unidos se afanaba por restaurar la ley y el orden en Bagdad y otras ciudades iraquíes. Un día después de que Estados Unidos hiciera una lista de los 55 líderes iraquíes que quería muertos o capturados, el general Amer Hammoudi al-Saadi se entregó a los soldados estadounidenses en la capital de Iraq y fue trasladado a otra parte en un vehículo militar.
Al-Saadi dijo al canal de televisión alemana ZDF que no tenía idea de dónde se hallaba el despuesto presidente e insistió en que no había armas químicas o biológicas como Washington insistió para justificar la guerra contra Irak.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo en su discurso semanal por radio que la guerra no había terminado. El presidente, cauteloso ante algunos reveses al principio de la campaña que en gran medida ha salido como deseaba, advirtió que las tropas estadounidenses todavía podían enfrentar "intensas batallas" contra focos de resistencia.
Bagdad no recuperaba ayer a la normalidad, ya que un marine estadounidense murió en un ataque de un civil armado y continuaban los saqueos por tercer día consecutivo, mientras la calma retornaba progresivamente a las norteñas ciudades de Mosul y Kirkuk y aviones aliados bombardeaban Tikrit, ciudad natal de Saddam y último bastión de resistencia.
En el centro de Bagdad se produjeron tiroteos y las tropas estadounidenses dijeron que mataron a 20 enemigos.
Al norte, los aviones bombardearon Tikrit, pueblo natal de Hussein, y el único centro urbano que aún no ha sido tomado.
Bush evocó ayer la caída de Hussein, pero no mencionó el caos que se desató cuando turbas, súbitamente liberadas de décadas bajo un férreo control, saquearon oficinas, tiendas, en incluso el museo de antigüedades de Bagdad.
Una semana después de que los soldados estadounidenses entraran en Bagdad, los marines han establecido una patrulla de 24 horas, e informaron que planean imponer un toque de queda nocturno en ciertos vecindarios para controlar la anarquía imperante.
La violencia y la anarquía también han afectado a las ciudades norteñas de Mosul y Kirkuk, que fueron tomadas casi sin resistencia por combatientes kurdos. "Si los norteamericanos nos están liberando, que sean ellos los que restauren el orden, porque esto ha sido tan malo como dos días de mi vida bajo Saddam", dijo Jassen Mohammed, de la minoría turcomana en Kirkuk.
Mirando hacia delante, funcionarios estadounidenses diseñaron planes para una serie de reuniones de líderes de la oposición interna y externa iraquí a fin de allanar el camino hacia un gobierno de transición. La primera está prevista para el martes en la sureña ciudad de Nassiriya.

¿Luchar o vigilar?

Estudiantes iraquíes marcharon en Bagdad para demandar el restablecimiento de la ley y el orden, mientras que en la pobre Ciudad Saddam las fuerzas de Estados Unidos dejaron que los residentes persiguieran a los partidarios de Hussein por su cuenta.
Comandantes del ejército estadounidense se centraron en dar los últimos toques a la guerra de 24 días, enviando aviones para bombardear Tikrit, 180 kilómetros al norte de Bagdad y en enviar refuerzos desde Kuwait, aunque también podría reducir su presencia naval en el Golfo Pérsico.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos dijeron que su primera labor era combatir y no desempeñar el papel de policías, pero ahora están tomando para restaurar el orden y acabar con la anarquía que ha azotado, incluso, a los hospitales.
El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que los soldados custodiaban ahora la planta de agua de Bagdad y el hospital principal.
En algunos vecindarios de clase acomodada, los residente han formado grupos armados de vigilancia para proteger sus propiedades y patean o empujan a cualquier sospechoso de robo que deambule por allí. Francia, que se opuso a la guerra, instó a Estados Unidos y Gran Bretaña a garantizarle la seguridad al pueblo iraquí.
En el norte de Iraq, milicianos "peshmerga" kurdos trataron de imponer algún orden en la zona petrolera de Kirkuk, que tomaron el jueves en medio del desbordante júbilo de la población.
Los milicianos "peshmerga" comenzaron a inspeccionar los vehículos que entran y salen de la ciudad para detectar posibles saqueadores y su botín. Sin embargo, residentes locales árabes y turcomanos dijeron que los kurdos estaban abusando de su poder, algo potencialmente peligroso en una región plagada de tensiones étnicas. "¿Ahora soy libre? ¿Qué es lo que se ha liberado? Los kurdos llegaron y se llevaron todo lo que pudieron, han matado y sacado a la gente de sus autos", dijo el árabe Riyadh Mustafa. Medios de prensa extranjeros divulgaron reportes no confirmados de violencia entre kurdos y árabes.

Una ciudad muy defendida

El Comando Central (Centcom) estadounidense estima que Tikrit, 180 kilómetros al norte de Bagdad, es defendida por unos 50.000 soldados iraquíes, entre ellos 10.000 a 15.000 hombres de élite de la división Adnan de la Guardia Republicana, que aún no entró en combate. Por su parte, marines estadounidenses tomaron ayer la ciudad de Al Kut, en el este de Irak, abriendo así un nuevo camino para el abastecimiento de víveres desde el sur hacia Bagdad, afirmó un periodista de la BBC. (AFP)

El asesor científico dijo que no conoce el destino de Saddam

BERLIN (Reuters) - El más importante asesor científico de Saddam Hussein, cuyo nombre aparece en la lista de los 55 líderes iraquíes más buscados por Estados Unidos, se rindió a las fuerzas militares estadounidenses y dijo desconocer la suerte de Saddam, informó la cadena de televisión pública alemana ZDF.
El general Amer Hammoudi al-Saadi, quien se comunicó con los inspectores de armas de la ONU antes de que estallara la guerra en Iraq, se entregó ayer en Bagdad a las fuerzas militares estadounidenses, dijo ZDF.
Agregó que un equipo de camarógrafos de su estación acompañó a al-Saadi, por petición que él mismo les hizo. Su rendición es la primera del grupo de los 55 líderes iraquíes más buscados por Estados Unidos.
Al-Saadi dijo a ZDF que no sabe dónde está Saddam Hussein, y reiteró que Irak no tiene armas químicas, biológicas o nucleares. Negó también ser miembro del Partido Baath de Hussein.
Dijo a ZDF que permaneció en su casa incluso después de que llegaron las tropas de Estados Unidos a Bagdad. Explicó que no se siente culpable por haberse entregado voluntariamente a las fuerzas de Estados Unidos.
Estados Unidos está planeando distribuir pronto juegos de naipes en los que cada uno de los 55 más buscados tiene un color y un número. El depuesto presidente Hussein aparece como el As de Espadas. el general al-Saadi, es el siete de diamantes.
En tanto, habitantes de los alrededores de Bagdad dijeron ayer haber visto con vida a Qusay, el hijo más joven de Saddam Hussein, poco después de que Estados Unidos atacó con bombas un edificio donde el ejército norteamericano había intentado matar a Hussein y a sus hijos, el lunes pasado.

   

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