Represalia del gobierno de Sobisch contra el "Río Negro"

Ordenó cancelar toda la publicidad oficial luego de la difusión del escándalo de las cámaras ocultas que involucra al gobernador. Además, ejerce una discriminación, pues mantendrá la pauta en otros medios.

Las cámaras ocultas que involucran a Sobisch y Ferreyra, difundidas por todo el país.

Alfredo Mónaco, titular de La Neuquina.

La administración Sobisch ha concretado una represalia hacia el "Río Negro" por difundir la información referida al escándalo de las cámaras ocultas que involucraron al gobernador Sobisch.
Lotería La Neuquina comunicó a este diario su decisión de interrumpir la publicidad que mantuvo durante años y que viene colocando en los demás medios de comunicación de la región. La notificación del organismo del 30 de diciembre último se suma a una decisión similar no escrita pero concretada por otros organismos y empresas del Estado neuquino, con lo cual la administración Sobisch termina reduciendo a cero el centimetraje de toda su publicidad oficial en el "Río Negro", manteniendo en cambio la pauta en el diario "La Mañana del Sur" y otros medios.
Resulta evidente que la determinación fue adoptada como un desquite de la administración Sobisch a la amplia difusión que "Río Negro" ha dado al escándalo de las cámaras ocultas, que puso bajo sospecha al diputado Osvaldo Ferreyra y al propio gobernador Jorge Sobisch en la denuncia de intento de soborno realizada por el legislador Jorge Taylor.
La maniobra de asfixia al "Río Negro", cancelando a un solo diario la porción de fondos públicos destinadas a difundir su acción, que el gobierno está obligada a repartir con la mayor equidad en los sistemas de comunicación, es un claro intento de acallar a un medio independiente y un atropello al derecho constitucional de los ciudadanos de tener acceso a una prensa libre.
No sólo es elocuente la intención de la medida por el momento en que se adoptó (a los pocos días de salir a luz el escándalo), sino también por la insólita manera de justificarla. El titular de Lotería, Alfredo Mónaco, lo dice de esta manera: "A pesar de ello (el corte de la publicidad), hemos puesto oportunamente en conocimiento de esta situación a la Lotería de Río Negro, con la que se comparte tanto la pauta publicitaria como los costos que la misma demanda, y a la que se propuso que ella continúe con la misma mientras que nuestra institución afronte los gastos en el diario de esta provincia".
El párrafo, escrito bajo la apariencia de una razón presupuestaria, describe con perversidad una política oficial que se sustentará en la discriminación.
En primer lugar, remite a Lotería de Río Negro, a sabiendas de que ese organismo también cortó la publicidad a "Río Negro" -no así el resto de las reparticiones y empresas del gobierno- inmediatamente después de publicada la investigación acerca los sobornos pagados a altos funcionarios en el negocio del juego. Pero sobre todo, al señalar que la decisión de La Neuquina es -desde ahora- destinar su presupuesto al diario "de" Neuquén, está utilizando una "chicana" para decir que "Río Negro" no es un diario neuquino.
En realidad el "Río Negro" es neuquino, no por que lo digamos nosotros, ni por lo que diga o no el gobierno de Sobisch, sino porque los lectores lo han determinado así. Aun cuando el domicilio legal y la planta impresora están en Roca, el "Río Negro" es, por lejos, el diario de mayor circulación en Neuquén, vendiendo casi el 80% de todos los diarios que se distribuyen en la provincia, incluidos los nacionales. Y la capital neuquina es la plaza de mayor distribución de este matutino entre todas las ciudades de la región.
Además, "Río Negro" está en Neuquén desde sus mismos inicios. En los albores del siglo XX no sólo lo recibían en la ciudad de Neuquén sino que también en distantes parajes del territorio neuquino, donde llegaba por correo.
Asimismo, "Río Negro" -entre periodistas, administrativos, promotores y vendedores- da 57 empleos directos y 363 indirectos en Neuquén, una magnitud comparable con las más grandes pymes del comercio y la industria de la provincia.
Los gastos de Editorial Río Negro en la provincia de Neuquén se sitúan en 4.880.000 pesos anuales, discriminados en fletes de distribución (240.000), utilidad de distribuidores (550.000), utilidad de vendedores (2.540.000), 74 proveedores locales (450.000) y salarios (1.100.000, que dan un ingreso mensual promedio de 1.493 pesos).
De modo que el "Río Negro" es tan neuquino como cualquier empresa de esa provincia e incluso como Repsol, la petrolera con sede en España de la cual el gobernador se ha declarado principal "lobbysta".
No es la primera vez que la administración Sobisch plantea una discriminación de perfiles xenofóbicos respecto del "Río Negro". El propio gobernador lo ha insinuado públicamente tras el escándalo de las cámaras ocultas y todo indica que ésta ha sido la estrategia elegida a futuro. Paradójico, en un político que hizo punta en la idea de la integración regional entre Neuquén y Río Negro.
En definitiva, tanto lo resuelto por Lotería La Neuquina, como la evidencia de privar a "Río Negro" de toda la publicidad oficial (de sus organismos y de los autárquicos) es tanto una "sanción" como una segregación a un diario que hizo lo que haría cualquier medio independiente y sin más compromisos que con los lectores: informar con toda amplitud la denuncia de un hecho de corrupción que involucra al gobernador y a un legislador oficialista.
La muestra más clara del descaro con que actuó el gobierno en la decisión de intentar asfixiar al "Río Negro" después del escándalo de las ternas, surge al comparar cuánta publicidad vierten los entes oficiales a los dos diarios regionales: el "Río Negro" y "La Mañana del Sur". Hasta mediados de diciembre se pautaron 791 centímetros de publicidad en este diario y 894 cms. en "La Mañana". A partir de esa fecha y hasta el 31 de diciembre: 72 en "Río Negro" (que en realidad habían sido pactados previo a la difusión de las cámaras ocultas) y 1.224 en el diario de Julio Ramos. En el otro medio, siguen anunciando el Instituto de Seguridad Social de Neuquén (ISSN), el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU), el Consejo Provincial de Educación (CPE), dirección provincial de Vialidad, la subsecretaría de Energía y el Banco Provincia del Neuquén (BPN). El titular de esta última entidad, Luis Manganaro, ya había decidido desde abril hasta octubre cortar de cuajo al "Río Negro" no sólo el suministro de publicidad sino la información de los actos del banco estatal y de la Fundación, cuyos números tienen destinos y magnitudes secretos hasta para los legisladores que los vienen demandando desde hace tiempo.
Como una señal premonitoria de la decisión de hacerle un "apartheid" al "Río Negro", se conoció en vísperas de Navidad que determinados funcionarios del gobierno neuquino presionaron a comerciantes para que no pongan sus avisos en el "Río Negro" y lo hagan, en cambio, en otro medio.

Decisiones

La decisión de Lotería La Neuquina de interrumpir la publicidad en "Río Negro", que aparece firmando Alfredo Mónaco, como Presidente de la Lotería, de ninguna manera puede entenderse como autónoma. De hecho, las órdenes de publicidad de la Lotería, al igual que el resto de la publicidad oficial, se ordena a través de la subsecretaria General de la Gobernación a cargo del sobrino de Sobisch, Rodrigo Salvadó.
Cada decisión que involucre el presupuesto de publicidad de la Lotería, se resuelve en la oficina que Salvadó ocupa, cercana al despacho del gobernador, en la que participan además de Salvadó y Mónaco, el contador Mario Prudkin. Una vez que se decide el monto de las inversiones, se delega en la agencia de publicidad de Serra y Benedetti, una empresa cuasi cautiva de la Lotería en donde se producen las piezas publicitarias tanto gráficas, radiales como televisivas.