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Jueves 9 de enero de 2003 | ||
Objetivo: absoluto control y una prensa adicta |
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La política de
Es necesario conocer cómo se pergeñó en Neuquén una política de Estado que pone a la publicidad y la información pública bajo dominio exclusivo del propio gobernador Sobisch, con dos objetivos: controlar a medios y periodistas para garantizar un mensaje oficial sin perturbaciones y poner un hermético cerco a la posibilidad de conocer y ejercer un control sobre los gastos públicos. * Al iniciar su segundo gobierno, Sobisch se propuso corregir aspectos que no le gustaron de su gestión "91/ 95 en lo concerniente al manejo de la publicidad en los medios. Fuertes disputas por la forma en que se manejaba el presupuesto publicitario, habían provocado la renuncia del entonces asesor de Información Pública, Enrique Sinatra. Este funcionario porteño, con sus antecedentes en el rubro, había logrado una fuerte influencia sobre los medios, pues era quien disponía del manejo centralizado del presupuesto. Ya en ese entonces periodistas y medios se quejaban de las presiones de Sinatra sobre los temas que se debía incluir la "agenda mediática", caso contrario automáticamente se recortaba el presupuesto a los "desobedientes". Sinatra fue sustituido entonces por el actual vocero del gobernador Verani y periodista radial, Carlos Zárraga. * En la nueva gestión, Sobisch define desde el inicio que el manejo de los medios no iba a delegarlo en cualquier persona. Establece entonces un esquema que concentra el poder de la contratación en su sobrino y subsecretario general de la Gobernación, Rodrigo Salvadó. Así, separa claramente las funciones de contratación y manejo de la pauta publicitaria de la función específica de prensa y difusión, que queda a cargo del hijo del senador Pedro Salvatori, Pedro Alejandro "Pancho" Salvatori. De modo que bajo la órbita de Salvatori (h) quedan el Boletín Oficial y las actividades de vocero del gobernador, resguardando para el círculo íntimo del mandatario el manejo económico, con información más leal. * Desde la oficina de Salvadó se maneja todo lo que tenga que ver con pautas oficiales, destinos, medios e importes tanto de los organismos centralizados como de los descentralizados. Sólo el Banco de la Provincia mantenía autarquía real, lo que originó no pocos conflictos entre Manganaro y Salvadó. Incluso, hasta la ejecución de los pagos que realiza el subsecretario de Hacienda, Claudio Silvestrini, debe contar previamente con el aval de Salvadó. Ultimamente -y para ejercer un mayor control sobre pautas y pagos- Salvadó incorporó a un contador a su staff de manera de contar con más certezas sobre el resultado de sus decisiones políticas. * Para cerrar el círculo del manejo de la publicidad oficial, Salvadó se apoya decididamente en el ex director general de Información Pública durante la última gestión de Felipe Sapag, Andrés Ogando. Este, al irse como funcionario, mantuvo intactas sus vinculaciones con sus anteriores oponentes en la interna del MPN y hasta con el intendente Quiroga. El modelo consistía en fabricar programas de televisión y radio que garantizaran las necesidades de información del gobierno. De hecho Ogando había sido el creador de la red de radios, construida desde un organismo oficial como RTN y armada técnicamente en la gestión Sinatra, pero actualizada y reagrupada por Ogando desde la misma renegociación por los costos telefónicos que insumían las repetidoras del canal abierto. * La primera decisión de Sobisch en el "99 fue diseñar un sistema de control de los medios, consistente en suspender la publicidad oficial por 180 días, que luego extendió por 60 más. Sin embargo, se trató de una transferencia del gasto hacia organismos descentralizados con autarquía financiera y menos susceptibles de ser controlados. Evitó de esta manera la asignación presupuestaria y dio la falsa imagen de austeridad, como la que pregonada en el decreto 40. Así, el gasto publicitario fue monopolizado por el Ente Provincial de Aguas y Saneamiento (EPAS), el BPN, el ISSN, Lotería La Neuquina, El Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (IADEP), el Ente Provincial de Energía de Neuquén (EPEN) y la Corporación Forestal Neuquina (Corfone). * El esquema comenzó a funcionar desde agosto de 2000. Ya entonces pretender conocer cuánto se gastaba en el rubro era una tarea imposible. El bloque de la Alianza logra recién en marzo de 2002 saber el destino de los fondos destinados a la publicidad oficial con cifras del 2000 y 2001, remitidas por Silvestrini. En ese informe -que el funcionario definió de "provisorio" y carente de "registraciones contables pendientes"- sólo se contemplan los gastos originados en los organismos centralizados (Jefatura de Gabinete, Trabajo, Hacienda, Acción Social, etcétera), que en el 2000 significaron erogaciones por $919.838 y en el 2001 por $1.092.980, con lo cual hay un crecimiento del 20%. Pero cifras mayores que estas son las que manejan anualmente en conjunto los organismos como el ISSN, Lotería, BPN y Fundación del Banco Provincia. La utilización del presupuesto que va por fuera del control del ministerio de Economía de su cuenta 3.250 "Publicidad oficial", constituye el verdadero mecanismo de financiamiento de la actividad publicitaria oficial, ya que en volumen es significativamente mayor y mucho menos susceptible de auditoría. Son evidentes los datos parciales y poco realistas de la información de Silvestrini si se los compara con la información proveniente de la municipalidad de Neuquén donde en sólo 10 meses del 2001 (enero- octubre), el gasto publicitario ascendió a $ 516.000. Más elocuente es cotejar medio por medio (sobre todo radio y televisión): no hay proporción en la magnitud de las inversiones. |
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