Viernes 21 de diciembre de 2001 | ||
Los saqueos y destrozos dejaron a Roca fuera de control |
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La ciudad fue tierra de nadie por enfrentamientos. |
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ROCA (AR).- La violencia de un país en llamas ganó ayer las calles de Roca y marcó una jornada histórica para la ciudad. La manifestación espontánea y pacífica de ayer a la madrugada dejó su lugar en la mañana a una sucesión interminable de enfrentamientos entre la Policía y la gente. Esta vez el sector de los vecinos mostró otros protagonistas, que en sus intentos por saquear supermercados y comercios generaron la inusitada ola de ataques, afectando así a los que pretendían reclamar desde la coherencia. Más de 15 heridos, entre ellos cuatro policías y 41 detenidos era el saldo contabilizado anoche luego de las principales corridas y disturbios . Supermercados, bancos, distintos comercios y especialmente el municipio sufrieron el accionar de los inadaptados que aprovecharon la marcha convocada por la Multisectorial para concretar sus fines, que fueron mucho más allá del hambre por la falta de trabajo. El quiebre entre los pacíficos y los agitadores se produjo pasadas las 11.30, minutos después de que un representante del Partido Humanista fuera abucheado por exhortar a realizar la movilización sin violencia y regresar a Tucumán y avenida Roca luego del paso por la municipalidad. Más de 1.500 personas de todas las clases sociales caminaron hacia la comuna al ritmo de las palmas, pero unos instantes después el caos se hizo dueño de las calles. Con los primeros vidrios del edificio municipal rotos, la frase "vamos a robar Casa Tía" se escuchó con insistencia y los intentos de algunos por frenarlos lograron poco. Ya en Sarmiento y Tucumán todo hacía prever lo peor y la llegada al supermercado de Italia y 25 de mayo lo confirmó. Mientras los más decididos daban sus cabezas contra los blindex para entrar, la Policía lanzó las primeras balas de goma y gases. De todas maneras, unos 20 ingresaron al supermercado y se llevaron mercadería. Nunca más pudo recuperarse la tranquilidad. Aquellos que no querían represión igual fueron víctimas porque quedaron encerrados ante las sucesivas emboscadas policiales. Por su parte, los que habían llegado decididos a saquear contaban a la lucha contra las fuerzas de seguridad entre las posibilidades y multiplicaron las piedras entre sus manos. Así fue como rompieron la fachada de Beige mientras se replegaban y a medida que se desplazaban destrozaron otros comercios, como KB computación y una gestoría. Los bancos Boston, Sudameris, Galicia y Nación también padecieron la violencia. El primero hasta corrió riesgo de incendio cuando arrojaron maderas encendidas hacia el interior. Las corridas no cesaron y al llegar nuevamente el grueso de los jóvenes al municipio apareció el fantasma de 1995, cuando las piedras derribaron todos los vidrios. Ayer la escena se repitió y cuando arribó un grupo de Boras con más gases lacrimógenos era tarde. Ante la gran cantidad de detenidos, el foco de atención a las 13 fue la comisaría Tercera, hasta donde llegaron dirigentes gremiales y abogados para conocer el estado de los apresados. El destino pareció jugar una mala pasada a la policía, que hasta tuvo que arrojar gases para dispersar a los que permanecían cerca de las vías porque pasó un tren de carga y se temió por un posible ataque desde uno a otro lado de los vagones. Todos a La Anónima Sin la posibilidad de ingresar a Tía, la opción fue La Anónima. Decenas de familias llegaron a San Juan y 9 de julio para llevarse todo, pero también se encontraron con la dura respuesta policial, que en este caso hasta disparó balas de plomo durante las corridas. La exigencia de bolsas de comida al supermercado y los infructuosos resultados alteraron los ánimos, llevando las refriegas hacia las zonas norte y oeste. Todo siguió igual hasta las 16, cuando reinó una tensa calma. Sin embargo, no todos regresaron a sus hogares y deambularon por el centro varias horas más. La renuncia del presidente Fernando De la Rúa concentró espontáneamente otra vez a los vecinos, pero sirvió como excusa para una nueva sucesión de enfrentamientos. La Anónima albergó de nuevo a los que buscaban alimentos y el Bora volvió a reprimir. Poco a poco se acercaron al radio céntrico, hasta que cruzaron piedras con balas de goma y gases en la zona de los tribunales penales. De ahí en más todo fue nerviosismo. El Banco Sudameris y algunos comercios perdieron más vidrios al paso de los violentos, que a las 22 se apostaban sobre la zona norte de la ciudad, siempre con la Policía detrás. Todavía con pequeños incidentes, alrededor de las 23 las calles roquenses aparecían desiertas, luego de un día cargado de tensión e inseguridad. Haberse transformado en la ciudad con más violencia de Río Negro durante la víspera seguramente hará que las consecuencias de los saqueos y destrozos continúen sintiéndose entre la sociedad roquense por varios días más. Los que seguían instrucciones Foto: Las primeras imágenes de la represión en Roca. Un grupo de jóvenes usa su cuerpo para romper los vidrios de Tía. A la izquierda, toda la violencia contra los bancos de la ciudad, que perdieron sus fachadas por los piedrazos. Foto 2: Una vez que se iniciaron los enfrentamientos, los violentos rompieron todo lo que encontraron a su paso mientras escapaban de la policía. |
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