Jueves 20 de diciembre de 2001

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Sin capacidad de reacción

Desbordado por los saqueos, De la Rúa declaró el estado de sitio y Cavallo renunció

 

De la Rúa pidió mantener la calma y la gente salía masivamente a las calles

  El presidente pidió el apoyo de la clase política. Manifestantes exigieron anoche soluciones y la salida de Cavallo. El PJ llamaría a Asamblea Legislativa
  En el peor día de toda su vida y una de las peores jornadas que recuerde la historia argentina, el presidente Fernando de la Rúa pidió anoche a la población "mantener la calma", convocó a la dirigencia política al consenso para "acordar las decisiones que exige la hora" y denunció la existencia de "violentos" que aprovecharon la situación de desborde social que sacudió al país para "crear el caos".
Tras generalizarse los saqueos en todo el país y de innumerables encuentros entre miembros del gabinete que presagiaban inminentes cambios en el orden político que fueron desmentidos durante el transcurso del día, salió el presidente por cadena nacional a emitir un mensaje llamando a la calma. Pero al finalizar el mismo, comenzó en el país un espontáneo y masivo cacerolazo que mostraba el descontento social de miles de argentinos contra el gobierno. Pedían la salida de Cavallo y soluciones a la crisis. En Capital convergieron manifestantes hacia Olivos, Plaza de Mayo y el Obelisco.
El peronismo, por su parte, puso en duda la capacidad del gobierno de permanecer en el poder mediante varios de sus representantes , aunque por la noche el menemismo convocó a una reunión partidaria en la cual se resolvieron dos puntos centrales: uno, el menemismo expresó su apoyo al estado de sitio a través de un documento confeccionado en la sede del Consejo Nacional Justicialista, en el que exige la "adopción de medidas" para "superar el caos, la anarquía y la conmoción interior".
Dos, y por otra vía, desde el Parlamento- que ayer quitó los superpoderes al ministro Cavallo- se comenzó a trabajar en la línea de convocar a una Asamblea Legislativa que tendría como fin intimar al Ejecutivo a cambiar el rumbo económico. Esta alternativa fue expresada hace días por los senadores Menem y Yoma, y especulan que este camino podría ser un atajo a un virtual estado de acefalía, o podría convocarse con el fin de efectuar un llamado a elecciones anticipadas.
Por otra parte, el ARI, el Frepaso, la Izquierda Unida, y otros partidos críticos al gobierno pidieron la salida del ministro Cavallo del gobierno y hasta se extendieron a la figura del presidente. La UCR, por su parte, solicitó el cambio total del gabinete de gobierno.
En vista de un agravamiento del descontento social, el presidente intentó un discurso que no tuvo mucha elaboración. Expresó , escuetamente que "en un contexto económico y social donde muchos argentinos sufren serios problemas, grupos enemigos del orden y de la República aprovechan para intentar sembrar discordia y violencia, buscando crear un caos que les permita maniobrar para lograr fines que no puedan alcanzar por la vía electoral", aseveró De la Rúa. En su mensaje, De la Rúa reconoció que la Argentina vive un "cuadro de conmoción interior" que le obligó a declarar el estado de sitio por un plazo de 30 días, para tratar de frenar los saqueos a supermercados y locales que se multiplicaron en todo el país. "Comprendo las penurias que atraviesan mis compatriotas, las comprendo y las sufro, pero la mayoría sabe que con violencia e ilegalidad no se sale de los problemas; los problemas hay que afrontarlos y esto estamos haciendo". Mientras sus palabras se escurrían en la noche, se comenzaron a escuchar golpes en cacerolas y la gente comenzó a salir a las calles en una expresión que recordará la historia.

Bocinazos, cacerolazos

Miles de personas expresaban en las primeras horas de hoy en Capital y sus alrededores, con bocinazos, cohetes, petardos y cacerolazos espontáneos, su rechazo al discurso del presidente Fernando de la Rúa, y desafiaban el estado de sitio anunciado por el jefe de Estado. También en Roca, a la 0.30 se registraba una manifestación por parte de algunos automovilistas.
Las manifestaciones populares se registraban en todos los barrios porteños, desde las zonas más ricas como Recoleta, hasta las más pobres, como Constitución, pasando por vastas zonas habitadas por la clase media, como Caballito, Almagro, Flores y Villa Pueyrredón.
Incluso, los manifestantes llegaban a la quinta de Olivos y a la Casa de Gobierno y habían tomado virtualmente los alrededores del Congreso, para rechazar la reacción presidencial luego de los saqueos.

Foto: Anoche, los cacerolazos frente a la Casa de Gobierno.

     
     
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