Miércoles 5 de diciembre de 2001

La primera hoja del contrato de venta que se mantuvo en secreto durante años

Texto completo del contrato de venta de E.R.S.A.

 

Hubo un compromiso para vender ERSA antes de crearla

 

Massaccesi lo firmó en secreto y por un préstamo.

  Seis años después, sale a la luz algo del oscuro "compromiso" que el presidente de la Turbine Power le reclamaba a los gritos a Miguel Srur ante la mirada atónita del recién asumido Pablo Verani, en diciembre de 1995.
El tema se conoció ayer de manos del propio Verani que, en lugar de denunciar públicamente a su antecesor, firmó a sabiendas y bajo condiciones extorsivas en 1996 un acuerdo que elevaba los precios de compra de la energía perjudicando a todos los rionegrinos, y mantuvo en secreto las razones hasta ahora.
El 30 de junio de 1995, el ex gobernador Horacio Massaccesi comprometió la venta del 49% de las acciones de una empresa provincial que todavía no había sido creada, y que sería la sucesora de ERSE en la generación, distribución y transformación de energía eléctrica en Río Negro.
El ex gobernador comprometió venderlas y darle el gerenciamiento a la Turbine Power -propietaria de la usina térmica Termo Roca- en parte de pago de un préstamo para la provincia que esa empresa privada gestionó con sus garantías ante el Banco Galicia por 10 millones de pesos.
La venta de la mitad de una empresa estatal se pactó, obviamente, sin licitación pública, con precios a fijar de conformidad con la compradora, en base a una fórmula que reproduce el modo habitual de valuación empresaria pero que establece una tasa de descuento que daría inevitablemente como resultado un precio bajísimo, al menos un tercio menor que lo razonable.
El contrato de compraventa secreto fue suscrito por Horacio Massaccesi en su carácter de gobernador de Río Negro y por Sergio Quattrini en representación de Turbine Power Co. S.A., en el estudio jurídico de éste, en Libertador 602, piso 4, de Buenos Aires, el 30 de junio de 1995. En la provincia, las calles eran recorridas diariamente por movilizaciones de estatales que pugnaban por cobrar sus salarios atrasados. Pablo Verani había sido electo gobernador el 14 de mayo de ese año, pero asumiría recién el 10 de diciembre.
Por el contrato, "la Vendedora" (la provincia) se obligó a vender y la Compradora (Turbine Power) se obligó a comprar" el 49% de las acciones de "la o las sociedades anónimas" que constituyera Río Negro para prestar los servicios de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica que por entonces estaban todavía a cargo de la estatal ERSE.
Estableció que el precio del 49% sería determinado por el flujo de fondos de ERSE por 20 años, descontados a una tasa del 18% anual, sobre la base del informe que había efectuado la consultora Delloite y Touche para la provincia, a verificar de conformidad de la Turbine.
El precio sería pagado en una "fecha de cierre" a determinar en los próximos 150 días, lapso que se cumplía el 30 de noviembre de ese mismo año 1995, es decir días antes de que expirara el mandato de Massaccesi.
El modo de cancelación del precio sería que la Turbine saldaría ante el Banco de Galicia el préstamo de 10 millones de pesos que ese mismo día había sido otorgado a la provincia de Río Negro mediante las gestiones de la Turbine, que sería considerado "a cuenta" del precio total. El resto sería abonado a la fecha de cierre acreditándolo en la cuenta que la provincia indicara.
La operación quedaba sujeta a la aprobación del Marco Regulatorio Eléctrico Provincial que debía regir la privatización que en ese momento se pactaba en forma anticipada, y que, como proyecto de ley, se adjuntaba en la negociación. Otras cláusulas eran una auditoría y la transferencia de los bienes, así como un convenio de accionistas que dejara en manos de la Turbine el gerenciamiento, la mayoría del directorio y la libertad para retirar libremente las utilidades.
Además, se consignaba un derecho de preferencia para el supuesto de que alguna de las partes quisiera vender sus acciones a terceros ajenos.

Jouliá: "sorprendido"

Ayer, Horacio Jouliá dijo a "Río Negro" estar sorprendido, y que recién el lunes había conocido la existencia y contenido del contrato. Manifestó que ese día, el gobernador dijo en la reunión de legisladores que "hemos encontrado ésto". Lo mismo indicó el ministro Coordinador, Gustavo Martínez, (ver aparte) pero no coincide con lo expresado por el vocero de prensa, que atribuyó a Jouliá haber revelado el escrito.
Jouliá manifestó que "había rumores, incluso en la secretaría de Energía, gestos irónicos, me decían que "ya la vendieron", cuando yo iba a tramitar la privatización de ERSA. Pero yo nunca pude acceder a la información neta, ni a este contrato. Si no, la negociación con TPC pudo tener otro resultado en el "96.
"Lo pienso y entiendo que yo pasé al lado de una explosión atómica, sin saberlo", graficó.
Dijo estremecerse al pensar qué hubiera pasado si la Turbine se presentaba a ejercer su opción de preferencia en medio de una licitación internacional en marcha. "Hubiera sido un escándalo". Respecto de la validez legal del contrato, que no pasó por los órganos de control, "no sé qué validez hubiera tenido, pero nos hubiera metido en un problema. Menos mal que yo hice todo público".

Fotos: Horacio Massaccesi (arriba.) y Sergio Quattrini, presidente de Turbine Power Co.

   
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