Sábado 1 de diciembre de 2001 | ||
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Guitarra vas a llorar porque otro Beatle se ha ido |
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El jueves por la madrugada murió el ex Beatle. |
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El ex Beatle George Harrison murió ayer, a los 58 años, en Los Angeles, California, en la casa de su amigo, Gavin De Becker, después de años de luchar contra el cáncer.
El talentoso compositor y ex guitarrista de los Beatles estaba acompañado de su mujer, Olivia, y de su hijo Dhani, de 23 años. Nació el 25 de febrero de 1943. Descubrió que tenía un tumor en la garganta en 1977. En la época, su primer comentario fue: "Recuerden que todo puede suceder". Hace aproximadamente diez días, George Harrison se había sometido a una radioterapia en el hospital universitario de Staten Island, cerca de Nueva York, donde había sido operado antes en razón de un tumor en el cerebro. Durante la convalecencia, en Nueva York, Harrison recibió la visita de los otros dos compañeros del mayor conjunto de todos los tiempos, Paul McCartney y Ringo Starr. Los dos habían dejado el hospital profundamente abatidos. "Su presencia hará mucha falta y sus amigos, a sus fans y a su familia", dijo McCartney. El ex Beatle reveló haber recibido la noticia de la muerte del amigo en la noche del jueves, recordando que lo había visto por última vez hace algunas semanas. "Era un hombre adorable, muy valiente y tenía un optimo centido de humor. Para mí era como mi hermano más joven, crecimos juntos en nuestra ciudad natal de Liverpool", añadió McCartney. (ANSA) "El tercer Beatle" Siempre se dijo que de no ser por las composiciones de Lennon y McCartney, los Beatles nunca hubiesen sobresalido entre los demás cultores del Mersybeat como lo hicieron, que nunca hubiesen liderado la "British Invation" que conquistó el mercado norteamericano y desencadenó la denominada "Fabfour fever". Y que, por transición, los Beatles nunca hubiesen sido los Beatles tal como hoy los conocemos. Pues bien. Eso debe ser cierto. Nadie duda de que Lennon y McCartney sean la dupla más prolífica, versátil y exitosa de la historia del rock. Pero, al mismo tiempo, nadie puede dudar de que su vasto repertorio le debe al fallecido George Harrison más de lo que jamás se le reconoció. Harrison fue el hombre de la experimentación. Fue quien logró el crossover que introdujo los elementos de la cultura hindú en la música popular inglesa, fue quien dotó a las composiciones de los Beatles de su misticismo cuasi religioso y fue quien creó las canciones de somnolencia y levitación que tres décadas más tarde retomaría una tradición de grupos de la vanguardia británica encabezada por Spititualized y Primal Scream. "Váyanse/ Déjenme estar solo/ No me molesten/ No tengo tiempo para vos ahora/ No me molesten". Las estrofas componen el estribillo de "Don"t Bother me", la primera canción que George escribió en su vida. Corría el año 1963, y en ese entonces la psicodelia era una verdadera ilusión (en sentido no figurado). Algunos covers y los temas despojados y acelerados de Lennon y McCartney daban forma al segundo álbum de la banda, "With The Beatles", pero el pequeño George ya quería marcar la diferencia. El resultado es este track, el número cuatro del álbum. Allí, Harrison canta en doble pista, Ringo golpea un bongó arábico pelado, Paul lleva el ritmo en contratiempo con un palillo de batería y un hueso hueco y John toca el tamborín. La misteriosa atmósfera lograda anticipa la sonoridad que la banda irá desarrollando en los discos posteriores y logra cortar con la monotonía del crudo rock and roll de los primeros años. Sin embargo, habrá que esperar hasta la época del álbum Blanco (1968) y Abbey Road (1969) para escuchar sus composiciones más famosas. En el primero se destaca el himno a la melancolía de "While my guitar gently weeps", el espacial "Long, Long, Long", "Savoy Truffle" y "Piggies". En el segundo, sobresalen "Something", "Here comes the sun" y "Old brown shoe". De todas formas, los primeros esbozos de su decisiva influencia en la sonoridad Beatle ya queda plasmada en "Revolver", el álbum de 1966 en el que la banda hace su primera aproximación a las filosofías orientales. Su portada en blanco y negro oculta la multiplicidad de colores de las composiciones: comparten las sesiones con músicos hindúes e incluyen secciones de cuerdas y vientos. Eso sin contar que gracias a la intrépida curiosidad de Harrison y a la abarcadora visón de Lennon comienzan a recuperar elementos de vanguardia, como la utilización de cintas pasadas al revés y adaptaciones de textos tibetanos (configurados a la psicodelia en el magnífico "Tomorrow never knows"). Antes de que los Beatles se separaran, George ya había iniciado su carrera solista. En 1968 editó un disco enteramente de composiciones propias para la banda de sonido de una película experimental llamada Wonderwall. Un año después, sacó a la calle su segundo envío en solitario: Electronic Sounds. Ambas placas pasaron incomprendidas para la época. Luego de los Beatles, su carrera continúa. En 1970 aparece el triple "All things must pass", cuyo single, "My sweet lord" (una canción donde Harrison deja constancia de su acentuada convicción religiosa) se convierte en hit mundial. En 1973 edita "Living in the material world", un disco de ánimo religioso que no genera demasiada repercusión. Tiempo después funda su sello discográfico, Dark Horse, y compone sus últimas cuatro producciones: "33 1/3" (1976), "George Harrison" (1979), "Somewhere in England" (1981), y "Gone Troppo" (1982). En el 2000, George Harrison relanzó su primer álbum solo. "All Things Must Pass", de 1970, con enorme suceso mundial, y una nueva versión remasterizada de "My Sweet Lord". Fue un hombre prolífico y de buen gusto. Amén. Lucas Colonna |
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