Jueves 4 de octubre de 2001 | ||
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Dos manotazos fueron suficientes para la cosecha "académica" |
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Rácing triunfó en un partido que se presentaba muy "chivo". Valió tanto la conquista que les sacó 5 puntos a sus escoltas. |
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SANTA FE (DyN) - En una acabada muestra de pragmatismo futbolero, Racing exprimió al máximo las únicas dos jugadas de claro riesgo que elaboró a lo largo de todo el partido para ganarle 2-0 anoche a Unión y sostener así con mucho esfuerzo su liderazgo absoluto en el torneo Apertura. Maximiliano Estévez y el colombiano Gerardo Bedoya, ambos en el segundo tiempo, anotaron los goles del triunfo del conjunto de Avellaneda, que estiró la ventaja sobre sus escoltas -ahora son River Plate y Gimnasia y Esgrima La Plata- a cinco puntos y alimenta cada día más su ilusión de dar la vuelta olímpica después de 35 años. Racing, que volvió a ganar en la cancha de Unión después de diez años, superó una de esas paradas consideradas clave, ya que si bien el equipo santafesino no venía bien, en su estadio suele ser un rival complicado para cualquiera. A diferencia de lo ocurrido el último domingo, cuando goleó 4-1 a San Lorenzo y de a ratos se floreó, esta vez Racing estuvo lejos de brillar. Es más: recién se guardó los tres puntos en el bolsillo en el tercer minuto de descuento, cuando Bedoya recibió una asistencia de su compatriota Alexander Viveros y definió con mucha clase ante la salida de Leonardo Fernández. En el primer tiempo, los siete mil hinchas que acompañaron a la "Academia" vieron cómo Unión apretó en el mediocampo y ahogó al líder al punto de no dejarlo jugar. En la zona de volantes, esa en la que mandaba Andrés San Martín, siempre ganaban los locales: Martín Zapata a Martín Vitali, Rubén Capria a Adrián Bastía y Norberto Fernández a Bedoya. Diagramado para esperar y responder de contragolpe, Racing quedó "quebrado" al perder el control de la zona media. Entonces Unión lo dominó y fue el que más cerca estuvo de desnivelar. El conjunto santafesino dispuso de cuatro aproximaciones y una llegada clara de gol, aquel cabezazo de Cristian Wernly que Gabriel Loeschbor despejó al córner sobre la línea. ¿Y Racing? Inquietó con un par de remates de media distancia, pero no mucho más que eso. Dio la impresión de que hubo un "lavado de cabeza" en el entretiempo, ya que Racing salió un poco más decidido y a Unión comenzó a costarle hacer pie. Gustavo Barros Schelotto, Vitali, Bedoya y Chatruc estuvieron más activos, y Estévez y Diego Milito lucieron más movedizos. De todos modos, apenas un tiro de Gustavo que pasó por arriba sobre los 14 generó cierto cosquilleo entre la multitud que le dio un marco espectacular al estadio. Tres minutos más tarde, Gustavo Campagnuolo le ganó un mano a mano a Emanuel Ruiz. Hasta que, sobre los 22, Chatruc metió un pase en profundidad, Fernández y Milito llegaron al mismo tiempo a la pelota, trabaron y el balón quedó servido para el toque goleador de Estévez, abriendo la cuenta y el camino hacia una victoria que vaya a saber si no puede llegar a ser decisiva. Con la ventaja a favor, Racing volvió a retrasar sus líneas y a cederle el dominio a Unión, que se lanzó con todo al ataque y pudo haberlo empatado con un remate del ingresado Guillermo Israilevich salvado por un racimo de jugadores visitantes. Hasta que ya en tiempo de descuento, Bedoya puso el segundo y entonces sí Racing soltó todo su desahogo, con el griterío ensordecedor de su gente que cada vez se aferra más a esa postergada ilusión. Merlo no quiere ni oír la palabra "campeón" Reinaldo Merlo destacó el "hambre de gloria" que tienen los jugadores y que por eso el equipo está en la punta con cinco puntos de ventaja sobre sus escoltas. |
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