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Con duras acusaciones de los fiscales comenzó el juicio del atentado

El juicio oral a 20 acusados de la denominada "conexión local" del atentado contra la AMIA comenzó con el recuerdo de los hechos y la lectura de los cargos contra los imputados, luego de un emotivo minuto de silencio en homenaje a los muertos.

Con cargos que pueden derivar en condenas a reclusión perpetua para 5 de los principales imputados, comenzó ayer el juicio oral por el atentado que destruyó la sede de la mutual judía AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994, en una jornada cargada de ansiedades y muy emotiva para los familiares de las víctimas.
El comienzo del debate oral fue precedido por un minuto de silencio que recordó a los 85 muertos en el ataque terrorista; a las 22 que fallecieron en la Embajada de Israel en 1992; y a los miles de muertos que dejaron los recientes atentados en EE.UU.
En medio de extremas medidas de seguridad,la entidad que agrupa a familiares de víctimas, pidieron el apartamiento del juez federal Juan José Galeano del "expediente residual" que investiga el ataque contra la mutual judía).
El Tribunal Oral Federal 3 abrió a las 14.20 la primera jornada del juicio, que culminó a las 21 horas, con la lectura de la acusación fiscal, un texto de 292 fojas que ayer se hizo público y expone los fundamentos de la acusación a los detenidos.
En los casos de los ex policías Juan José Ribelli ( para la fiscalía lideraba asociación ilícita de policías), Raúl Ibarra, Anastasio Leal y Mario Bareiro y el reducidor de autos Carlos Telleldín, los fiscales sostienen que entregaron la camioneta que se usó como cochebomba a sabiendas del fin que se le daría.
Estos son los cinco principales acusados que llegaron ayer al juicio con riesgo de ser condenados a reclusión perpetua como "partícipes necesarios" del segundo atentado adjudicado al terrorismo islámico ocurrido en Argentina. También se juzga a otros 15 imputados por delitos conexos, muchos de ellos policías que estaban a las órdenes de Ribelli en las Brigadas de la Policía bonaerense.
Se estima que debido a la presión que ejerce la cercanía con los atentados en EE.UU., la gravedad de las penas que pueden derivar en reclusión perpetua para los imputados, haya avances en la causa que cifra sus expectativas a que alguno de los acusados rompa los posibles "pactos de silencio" en propia defensa.

La reconstrucción

Los fiscales federales Eamon Mullen, José Barbaccia y Alberto Nisman detallaron en su escrito cómo ocurrió la explosión del cochebomba en la puerta de Pasteur 633 y también cuáles fueron las maniobras atribuidas a los acusados y que terminó con esa camioneta en sus manos.
Así, el primer día del juicio revivió paso a paso aquella mañana del 18 de julio cuando una Traffic con 300 kilos de explosivo en su parte posterior se incrustó en la puerta del edificio de siete pisos y lo derrumbó. Minutos antes de la explosión, había llegado un volquete que dejó un espacio vacío entre un patrullero de custodia y el acceso a AMIA. Por allí pasó el cochebomba. "Se escuchó una gran explosión, un ruido sordo, un estruendo, descarga de vidrios, mampostería, humo y olor a amoníaco", resumieron los representantes del Ministerio Público de acuerdo a dichos de sobrevivientes.
Para los fiscales está acreditado que la AMIA voló por causa de un cochebomba cargado con al menos 300 kilos de un explosivo conocido como amonal, mezcla de varios compuestos. Esa camioneta Traffic ya convertida en cochebomba "desde las 18 del viernes 15 de julio estuvo estacionada en Azcuénaga 952, en Jet Parking", sostuvieron. La mañana del 18 de julio alguien la retiró, la manejo hasta Pasteur 633, "ascendió a la acera en un ángulo de 45 grados" y explotó. Era una Traffic motor original 2831467.
Una vecina de la mutual judía, Nicolasa Romero, y un portero de un edificio lindante aseguraron haber visto al vehículo sólo segundos antes. "Venía muy despacio y comienza a girar muy pegada al cordón" sobre la calle Tucumán hacia Pasteur.
Siete días después del ataque, el motor de la Traffic se rescató de los escombros y comenzó el camino que llevó a la detención de Carlos Telleldín y, dos años más tarde, de los policías bonaerenses hoy juzgados. Se determinó el camino del armado de la Traffic y poco después se detuvo a Telleldín, quien el día del ataque había intentado mudarse y también trató de escapar a Paraguay pero fue convencido por agentes de la SIDE y se entregó.
Para los fiscales, Ibarra y Leal se llevaron la camioneta de la casa de Telleldín por orden de Ribelli. Para los fiscales, Ribelli y su actividad ilícita fue el principio de todo. Testigos lo vieron al volante de una Traffic y se grabaron conversaciones que se referían a su rol en el ataque. Los acusados, por su parte, prefirieron hablar a través de sus letrados y guardarán silencio mientras se incorporan pruebas para luego dar su versión de los hechos. (Télam, DyN, Infosic)

Foto: Juan Jose Ribelli,Raul Edilio Ibarra y Anastasio Irineo Leal escuchan la lectura de las acusaciones de los fiscales.