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La caída parcial de un cuarto edificio del complejo del World Trade Center y un incendio declarado en las cercanías exigieron un esfuerzo extra a los grupos de rescate, abocados a la búsqueda de sobrevivientes, que se movilizaron rápidamente frente a estos nuevos remezones de los atentados contra las Torres Gemelas.
El edificio situado en el número 1 de la plaza Liberty y conocido como el número 5 del complejo se encuentra al parecer desocupado después de los daños que registró su estructura como consecuencia de los atentados terroristas.
Algunos medios informaron de que más de un millar de socorristas realizaban labores de emergencia en el área y han recibido la orden de evacuación, al igual que otras personas que se encontraban en edificios vecinos.
Autoridades neoyorquinas insistieron ayer en que inesperados derrumbes en edificaciones, dañadas por las explosiones y posterior derrumbe de las torres, constituían el mayor riesgo para los equipos de rescate e impedían avanzar de manera efectiva en la búsqueda y recuperación de víctimas.
El cambio en la dirección del viento hizo que en las últimas horas el humo procedente del área de la tragedia se expandiera por otras zonas del centro de Nueva York y llegara hasta la sede de las Naciones Unidas, entre las calles 42 y 47 de Manhattan.
Horas antes, la densa columna de humo se vio alimentada por un nuevo incendio declarado en edificios del World Financial Center, sede de diversas empresas financieras, en las cercanías de donde se alzaban las Torres Gemelas.
Enormes grúas cambiaron la fisonomía del sur de la ciudad, en la zona del atentado, para retirar los escombros: cientos de miles de toneladas de cemento y acero que sepultaron a un número de personas desconocido.
Esa zona amaneció desolada y con centenares de bomberos, policías y equipos de rescate buscando contrarreloj entre esos escombros a posibles sobrevivientes. También el resto de la ciudad amaneció casi desierta, aunque algunos trenes, las líneas del Metropolitano y los autobuses fueron restablecidos y se pusieron en marcha servicios de emergencia como una línea de transbordador para llevar los cadáveres encontrados a una instalación militar en Nueva Jersey.
La mayoría de los habitantes decidió quedarse en sus hogares, aunque frente a los hospitales hubo largas colas para donar sangre.
Las calles, habitualmente llenas de transeúntes, aparecieron casi vacías, ya que el alcalde, Rudolph Giuliani, pidió a los neoyorquinos que no acudan a la isla a menos que fuera necesario.
Los pocos que circulaban entre el polvo y el humo leían los periódicos que llegaban con cuentagotas, escuchaban radio o miraban por televisión las escalofriantes escenas del día anterior, cuando dos aviones con diferencia de 18 minutos se estrellaron contra las Torres Gemelas. (Télam)
Testimonios de un día negro para la humanidad
Luisa Cabello, periodista española que trabaja para el Wall Street Journal Interactivo, sostuvo luego de la caída de las Torres Gemelas que "corrimos como salvajes y volvimos a nacer".
Por su parte, Alejandro Bianchi, uno de los tres periodistas argentinos que se encontraban cerca del WTD indicó que "ví venir una ola de polvo y cenizas de diez metros de altura, con gente y autos volando por el aire hacia mí, gracias a Dios reaccioné y fui hacia un costado y en el primer edificio que encontré me metí".
Un empleado a cargo del mantenimiento de las escaleras de las Torres Gemelas dijo haber visto imágenes "dantescas". Entre ellas mencionó a un hombre que entró al piso en que él estaba luego de las explosiones "con la piel colgando de los brazos y en carne viva".
La protección civil norteamericana estimó que pueden necesitarse hasta dos meses para recuperar los cadáveres sepultados bajo los escombros de las torres del World Trade Center y liberar las calles del downtown de las ruinas.
Por su parte la Fema (Federal Emergency Management Service) indicó que las operaciones de remoción de escombros en el Pentágono pueden llevar de 10 a 15 días.
Ya piensan en la reconstrucción
El gobierno de Estados Unidos no ahorrará esfuerzos para reconstruir el distrito financiero neoyorquino y el Pentágono, para lo cual no dudará en usar fondos del superávit del sistema previsional. Así lo dijeron distintos miembros del Congreso, que confirmaron la intención de autorizar cualquier retiro de fondos del sistema de seguridad social que el presidente George W. Bush considere necesario.
Semanas atrás, el debate político se había inflamado por la polémica entre demócratas y republicanos.
La oposición demócrata acusaba a Bush de haber derrochado dinero con su programa de reducción de impuestos y quedando en situación de tener que usar el superávit previsional para cubrir aspectos del presupuesto, incluidos mayores fondos a la Defensa.
Ahora las prioridades cambiaron. (ANSA)
Trágico final para una historia de amor
Un hombre y una mujer decidieron arrojarse de la mano desde las Torres Gemelas que se estaban incendiando, un salto hacia el vacío desde 300 metros que los llevó a una muerte horrible y sin alternativa.
Nadie sabe quiénes eran, pero decenas de testigos oculares están seguros de haber asistido al epílogo dramático de una historia de amor el día de la tragedia.
Los cuerpos de la pareja que eligió morir unida, mientras caía desde el rascacielos en llamas, están desparramados junto a los restos de otros cientos o miles, bajo los escombros de las torres destruidas.
De esos escombros salen hoy sólo trozos irreconocibles y miembros humanos destrozados. Las escenas de las personas colgadas de las ventanas y obligadas a elegir entre dos muertes seguras, la de la llamas o la del salto al vacío, conmocionaron a Nueva York tanto como las filmaciones que captan el momento en que los aviones se incrustan en las Torres.
"Saltaban desde las ventanas, uno tras otro -contó Nancy Joyner, una encargada de limpieza del World Trade Center-, primero uno, luego dos, luego decenas de cuerpos".
Edwin Moore, un albañil que trabajaba en una obra cercana, agrega otro fragmento del horror: "Vi a un hombre que intentaba bajar colgándose de las paredes exteriores del rascacielos. Resistió resbalando tal vez unos tres pisos, luego voló. Seguramente estaba más allá del piso 80".
"Escuchamos el rascacielos que se derrumbaba -dijo un bombero- y huimos. Mientras tanto la gente arriba gritaba... Nunca olvidaré esos gritos". (ANSA)
Alivio y desazón en cuestión de minutos
Un hombre se salvó de los escombros del World Trade Center, pero se enteró luego de que su hermana y su sobrina perdieron la vida pues viajaban en uno de los aviones que fue estrellado intencionalmente contra las Torres Gemelas.
Ronnie Clifford se encontraba en la planta baja del World Trade Center y logró huir del desastre antes de que ambos rascacielos se derrumbaran.
Empero, el alivio por salvar la vida le duró muy poco -comentó su hermano John a la televisión-: "Ronnie descubrió que Ruth y su pequeña hija de sólo cuatro años de edad habían encontrado la muerte en uno de los aviones".
Ruth y la pequeña Juliana habían ascendido al vuelo 175 de la United Airlines que unía Boston con Los Angeles.
Ambas murieron cuando la máquina se estrelló contra el rascacielos norte del World Trade Center. (ANSA) |