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Diputados del Frepaso iniciaron un camino sin retorno
El Senado tratará mañana el ajuste fiscal
Siguen las dudas sobre la interpretación del piso del recorte de sueldos y jubilaciones. El PJ y algunos radicales quieren elevarlo a 1.000 pesos. El gobierno se planta en 500.
La jornada fue marcada por una interminable sucesión de reuniones y comunicaciones telefónicas, entre legisladores y de éstos con miembros del Poder Ejecutivo, que terminaron de clausurar la posibilidad de que la sesión se realice hoy, tal como aspiraba el gobierno para evitar un nuevo embate de los mercados financieros.
"No vamos a abandonar nuestra postura constructiva hacia el gobierno, pero no podemos votar un proyecto que ingresó hoy después de las dos de la tarde sin siquiera hacer una reunión de bloque", sostuvo el jefe de los senadores justicialistas, José Luis Gioja, quien convocó a sus pares para hoy después del mediodía. Lo mismo ocurrió en la bancada radical, en donde se resolvió hacer una reunión hoy ante la imposibilidad de reunir a un número significativo de senadores, que estaban en sus respectivas provincias y tenían vuelos de avión previsto para anoche (el propio jefe de bancada Jorge Agúndez no pudo arribar aún a Buenos Aires).
Mientras de este modo se esfumaba la esperanza del gobierno de que hubiera sesión hoy, crecía el debate en torno del polémico artículo 12 del proyecto, que es el que establece el piso desde el cual se aplicará el recorte en las jubilaciones y salarios estatales.
Si bien el texto que votaron el sábado los diputados hace mención a un monto de 1.000 pesos, la redacción de la iniciativa no garantiza ese piso sino que supedita el cumplimiento de ese compromiso a las posibilidades presupuestarias del Estado.
La resolución de ese conflicto será el que termine de destrabar la situación en el Senado, ya que existe un sector del PJ y un par de radicales que consideran que se debe especificar que el piso de 1.000 pesos es obligatorio y no, como intepretan tanto el ministro de Economía, Domingo Cavallo, como el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, que el piso es de 500 pesos con la posibilidad de elevarlo de acuerdo con la recaudación.
Este tema motivó varios llamados desde el gobierno, a cargo de Colombo y del ministro del Interior, Ramón Mestre, quienes intentaron convencer a los legisladores radicales y justicialistas de que la intención del gobierno es cumplir con el piso de 1.000 pesos, inclusive proponiendo un acuerdo extraparlamentario que garantice esa cláusula.
Con el transcurrir de la jornada en el oficialismo inclusive no descartaban la hipótesis menos deseada: modificar el artículo 12 para hacerlo más específico a riesgo de que el proyecto vuelva a Diputados, donde fue aprobado por diferencia ajustada como para asegurar una repetición sin sobresaltos.
Esta alternativa sería producto de una radiografía de los principales bloques que fue transmitida al gobierno por los referentes centrales del oficialismo en la cámara (el presidente provisional Mario Losada habló seguido con De la Rúa y se encontró con él anoche en Olivos para recibir al premier irlandés Bertie Ahern).
Protestarán en Pasos Perdidos
Los empleados del Congreso agrupados en la Asociación del Personal Legislativo (APL) declararon ayer el estado de asamblea permanente y convocaron a un paro activo en el Senado para el día en que trate el proyecto de ley sobre el ajuste público implementado por el gobierno nacional.
El gremio dispuso cinco medidas "en repudio al recorte salarial y jubilatorio", que ya cuenta con media sanción de Diputados y que sería tratado en el Senado el miércoles.
En ese texto se declara "el estado de asamblea permanente", "disponer trabajo a reglamento", "exhortar a los trabajadores a asumir el compromiso de movilizar y acatar las acciones gremiales", "convocar a todo el personal que se encuentre en uso de su licencia para el día que se dé tratamiento en el Senado" y "disponer un paro activo de 24 horas con presencia en el lugar de trabajo y posterior concurrencia al Senado".
De este modo podría repetirse el escenario del viernes pasado, cuando Diputados debió demorar el inicio de la sesión por la manifestación que los trabajadores realizaron en el Salón de Pasos Perdidos, que derivó en incidentes y corridas contra los legisladores.
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