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La chica "marcó" una vivienda equivocada

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La contradictoria menor obligó a postergar

El Tribunal insistió ayer en investigar esta pista. Recogió la novena versión de la adolescente. Todas tienen detalles distintos. También hizo una recorrida buscando una vivienda. Estas diligencias obligaron a postergar otra vez los alegatos en la causa principal. Ahora se harán los días 19 y 20. La sentencia se conocerá a fin de mes, junto con los fallos en las causas por encubrimiento.

CIPOLLETTI (AC)- La menor que asegura haber presenciado el triple crimen le había dado una versión distinta de los hechos al legislador Eduardo Chironi, según se supo ayer. Es la novena vez que la chica se contradice consigo misma y con los elementos que hay en el expediente, relatando una historia plagada de detalles inverosímiles. De todos modos la Cámara Segunda insistió en profundizar esta pista en la que ya no creen ni la acusación ni la defensa, y las nuevas medidas que dispuso ayer obligaron a otra postergación en los alegatos. La fecha fijada ahora es 19 y 20 de este mes.
Cuando parecía que todas las pruebas ya estaba agotadas, el Tribunal que integran César López Meyer, María Evelina García y Juan Máximo Rotter decidió ayer citar a dos testigos vinculados a la menor que en los últimos tiempos ocupó el centro de la escena.
Además hizo una recorrida por el lugar en que, según esta chica de 15 años que por su edad no puede ser procesada por falso testimonio, habría ocurrido la agresión a María Emilia, Paula y Verónica. El resultado fue negativo y terminó por sepultar su credibilidad.
En la misma jornada se produjeron los alegatos en las dos causas conexas por encubrimiento. Como se preveía, la acusación pidió condenas para los policías Luis Minervini y José Luis Torres y las respectivas defensas reclamaron la absolución .
Las sentencias se conocerán junto con la de la causa principal, a fin de mes.
Uno de los testigos citados ayer en la causa principal fue el legislador frepasista Chironi, quien en mayo del año pasado habló con la jovencita mientras ésta estaba internada en un hogar de menores de Viedma. En esa oportunidad le contó que había presenciado el abordaje violento de las víctimas e involucró en el hecho a Claudio Kielmasz pero no a Guillermo González Pino.
La semana pasada, al declarar ante la Cámara Segunda por medio de un circuito cerrado de televisión, dijo que los dos imputados habían estado presentes.
La menor le contó a Chironi que ella integraba un grupo de muchachos que habían bebido mucha cerveza y que se desplazaban en un viejo Falcon bordó y un Fiat Duna blanco nuevo.
"A las chicas las subieron en una calle de piedra. Uno de los muchachos conocía a la que tenía un bebé" (supuestamente por María Emilia), señaló la menor al diputado.
También le dio algunas referencias de los agresores: "uno se llama Sepúlveda; Eduardo y Ariel viven en el centro; Esteban en el barrio Luis Piedrabuena; Luis en Fernández Oro; Marcelo Sánchez en las 1.200 viviendas".
"Ariel manejaba el auto blanco, ahí también iban José y Cecilia; el bordó lo manejaba Claudio o "Negrito", quien le pareció que era Marcelo Arratia", relató Chironi. Más adelante citó a otro sujeto llamado Darío.
Como móvil de la agresión mencionó un dato poco creíble: dijo que "Mercedes, una mujer que juntaba menores, tenía problemas con esas chicas". Se trata de Mercedes Bravo Pichún, una prostituta quien al declarar en el juicio afirmó desconcertada: "no sé por qué esta chica quiere ensuciarme más de lo que estoy".
A las chicas, según la menor, la llevaron a una casa a la que le faltaba parte del techo y las golpearon. Esa es la vivienda que ayer intentaron hallar los jueces.
También dijo que las obligaron a tomar bebidas alcohólicas (según la autopsia, esto no sucedió porque no había rastros de ninguna sustancia similar en la sangre) y que les cortaron las ropas con una navaja (las ropas de las víctimas no tenían signos de esta naturaleza). En otras declaraciones no había mencionado tales detalles.
Chironi explicó que la chica no fue espontánea e hizo un relato "muy deshilachado" en el que "no ligaba a las personas con las cosas". Le mostró fotos de los imputados y no los reconoció, pese a que había dicho que Kielmasz era uno de los que estaba en los vehículos.
Después de escucharla, Chironi se reunió con el fiscal Alvaro Meynet y le pasó toda la información. En ese momento se enteró de que la menor había declarado dos veces ante Iribarren, contradiciéndose.
La otra testigo que se presentó ayer fue Gabriela Molina, mencionada por la chica. Se mostró muy reticente y el fiscal Eduardo Scilipotti anticipó que pedirá que se la investigue por falso testimonio.

Una colección de versiones

Con la declaración de ayer del legislador, el Tribunal completó una colección de nueve versiones distintas de la menor:
•Ante Iribarren declaró dos veces. En la primera se puso como testigo directa de los hechos, en la segunda dijo que se los habían contado.
•Ante la Cámara declaró dos veces. La primera fue reticente, la segunda -en una audiencia virtual- fue más amplia e involucró a Kielmasz y González Pino, algo que nunca había hecho.
•A la directora de un hogar de menores de Roca le dijo una cosa, al psicólogo de esa institución le contó otra.
•Volvió a cambiar su versión ante la directora de un hogar de Viedma, le agregó más detalles cuando habló con un cura de aquella ciudad y otra historia distinta fue la que le contó a Chironi, según se comprobó ayer.
Son nueve declaraciones contradictorias entre sí, en las que agregó y quitó detalles, puso y sacó nombres, atenuó y agravó circunstancias.
Y acaso lo más extraño es que cuando le mostraron fotos de Kielmasz y González Pino, no los reconoció.
Los defensores de Kielmasz pidieron ayer que la menor sea procesada por falso testimonio. El fiscal Scilipotti les recordó que eso es imposible porque tiene 15 años, es decir que está debajo del límite de imputabilidad.
"Hasta en eso se contradijo esta chica -observó Gustavo Viecens- porque la primera vez que vino a declarar dijo que ya había cumplido los 16 y resulta que tiene 15".

Validez de la "audiencia virtual"

CIPOLLETTI (AC)- El Tribunal defendió ayer la "audiencia virtual" durante la cual interrogó a la menor que dice haber presenciado la agresión a las víctimas. Ante una batería de recursos de la defensa de los imputados, que planteando que esa diligencia había sido nula, los jueces defendieron su legalidad y rechazaron todos los argumentos en contra.
Gustavo Viecens, Alberto Cariatore (defensores de Claudio Kielmasz) y Eves Tejeda (de Guillermo González Pino) dijeron que había sido nula la audiencia del martes pasado, durante la cual la menor fue interrogada en una sala mientras los jueces estaban en otra y la observaban a través de tres monitores de televisión.
Básicamente, los defensores dijeron que esa modalidad no está contemplada en las leyes vigentes y que se pierde el principio de mediatez, según el cual las partes deben observar directamente al testigo.
Pero el Tribunal les contestó que los defensores había convalidado con su presencia esa metodología. Sabían que se la utilizaría y no se opusieron, y tampoco plantearon su nulidad apenas terminó, como hubiera correspondido.
Agregaron los jueces que la presencia de cámaras de televisión que filmaban a la chica desde distintos ángulos permitía observar todos sus movimientos, gestos y reacciones, preservando el principio de mediatez.
Aclararon además que las preguntas no fueron hechas por dos psicólogas que estaban junto a la menor sino a través de ellas, y que el interrogatorio lo hicieron los jueces y las partes.

Foto: El legislador Chironi escuchó una de las contradictorias versiones de la menor.