A 5 kilómetros se encuentra Charra Ruca. En este paraje encontramos la laguna natural denominada con el mismo nombre. Está ubicada en la margen izquierda del río Neuquén, al pie de bardas de unos 25 metros de alto. El lugar cuenta con cancha playera de vóley y se está trabajando en un proyecto para dotarla de parrillas a corto plazo. Ideal para acampar.

En cambio, si de turismo aventura se trata una opción más que apropiada lo constituye una travesía a Butalón Norte en caballos, motos enduro, bicicletas de montaña y en 4 x 4.

El recorrido incluye una visita a Los Mallines de Charra Ruca, asentamiento de la primera Autoridad Civil del Neuquén; a la escuela rural Ñereco, a la Cascada Cañada Félix donde se pueden realizar excelentes tomas fotográficas; cabalgatas a los antiguos petroglifos rupestres de Colo Michicó, considerados el mayor exponente neuquino en este tipo de manifestaciones.

Además el circuito ofrece cabalgatas a El Portezuelo y a una casa típica de veranada, con degustación de chivito del norte neuquino. El recorrido total es de 6 horas.

Otra cabalgata es la que une Huinganco con el paraje Ailinco. Es un evento turístico, cultural y religioso que pretende mostrar las bellezas paisajísticas de la zona, degustar comidas típicas y donde la gente da muestras de profunda devoción a la virgen de Lourdes. La cabalgata recorre 110 kilómetros de la escarpada geografía del norte neuquino pasando por lugares tales como Charra Ruca, Butalón Norte, Invernada Vieja, Varvarco y Ailinco, todo ello en el departamento Minas.

Fuera de esto, encontramos el Cerro Corona, con sus 2992 metros sobre el nivel del mar, el cual ofrece una vista del Cerro Domuyo y el volcán Tromen, siendo ideal para recorrerlo a caballo o caminando. En el último caso se accede a empinados senderos del bosque Huinganco hasta al refugio, caminatas hasta la lagunita heladas y verdes aguas de origen glaciar donde nace un arroyo. El circuito es ideal para safaris fotográficos de los valles andinos y de los bosques.

La duración es de 6 horas, y de regreso al refugio se puede degustar algún plato típico que bien puede ser un chivito del norte neuquino.

También se puede visitar el Área Natural Protegida Provincial Cañada Molina, ubicada a 5 km de la localidad, donde se protegen los añosos cipreses. Aquí se encuentra el Monumento Natural Cañada Molina, uno de los sitios imperdibles de la localidad. Por diversos y sinuosos senderos se acceder a la vista de los cipreses más antiguos de América que datan del 800 de nuestra era.

Además se tiene previsto un recorrido al Primer Bosque Comunal El Manzano y bordeando la cañada y sus ejemplares de cipreses se pueden obtener tomas fotográficas del valle y los bosques.

El circuito es ideal para los amantes del trekking, del mountain bike, tiene una duración de dos horas.

Por otro lado, si lo que se desea es sacar fotografías de la zona, el lugar por excelencia es el mirador San Pedro, un cerro de 1.600 metros de altura desde donde se pueden apreciar la majestuosidad de la Cordillera del Viento y desde donde se pueden tomar fotos panorámicas de los bosques de Huinganco y del río Neuquén.

Por último, durante el verano se tiene oportunidad de participar de una de las festividades del lugar como la Fiesta del Obrero Forestal, auténtico homenaje a los protagonistas de la actividad productiva que dio nueva vida a la localidad.