La situación es complicada.
El paro de los trabajadores generará importantes pérdidas económicas para la actividad ya que afectó de lleno una de las frutas clave en el desarrollo de la temporada: la pera William's.
Si bien es difícil cuantificar con exactitud los daños presentes y futuros de la medida de fuerza, se puede hacer una valoración aproximada teniendo en cuenta los siguientes puntos.
1.- Según las primeras estimaciones, cerca del 50% de la pera William's quedó en la planta o terminará siendo derivada a mercados alternativos de ultramar, destinos estos últimos tradicionales para esta primer esta etapa del año.
Las estadísticas oficiales muestran que la producción de pera William's para esta temporada se ubicaba en algo más de 340.000 toneladas. Históricamente, la cosecha representa el 90% promedio de la producción. Es decir, que se esperaba comercializar alrededor de 306.000 toneladas. Pero con el paro cambió todo.
Hoy las empresas están en condiciones de trabajar, con suerte, algo más de 150.000 toneladas hacia los mercados externos, es decir el 50% de lo que se proyectaba cosechar. Las restantes 156.000 toneladas deberán ser canalizadas a través del mercado interno y la industria, si se llegan a cosechar.
Pero aquí el escenario vuelve a enturbiarse. Las estadísticas comerciales de la William's muestran que en el promedio de los últimos cinco años el 70% de lo cosechado se orientó a la exportación, el 18% se destinó al mercado interno y el restante 12% a la industria. Es decir la proporción histórica fue 70% de la William's fue mercado externo y 30% restante a la industria y el mercado interno. Hoy esa relación queda 50/50 lo que muestra que existiría una sobreoferta estructural sobre estos dos últimos destinos.
Con un agravante: que la industria ya adelantó que no comprará pera para elaborar concentrado. Esto produciría dos efectos: - Mucha fruta no podrá ser comercializada y - Los precios del mercado interno se desplomarán por una potencial sobreoferta existente en el mercado.Obviamente todo esto que se está mencionando es la lógica con la que se podría manejar el mercado. Cosa que no siempre se cumple.
El otro punto a tener en cuenta, es lo que verdaderamente se terminará de cosechar. Fuentes del sector privado aseguran que un piso del 20% quedará en la planta. Esto es en valores absolutos alrededor de 70.000 toneladas de William's.
A la fecha, las pérdidas de esta variedad respecto del año anterior estarían dadas en los siguientes puntos:
- Exportaciones: mermas en un 10-15%.
- Mercado interno: suba de oferta con caída de precios.
- Industria: caída del 80% en las compras y precios sin piso.
Las pérdidas -o lo que dejaría de ingresar al sistema- tomando como referencia los precios actuales y del año anterior como así el volumen en juego, estaría entre los u$s 25 y u$s 45 millones de dólares.
2.- El otro tema que terminará por afectar los ingresos al sector será la venta de la fruta que podría ser embalada y exportada.
Con el conflicto resuelto, los empresarios intentarán exportar lo más rápido posible toda la fruta que ahora está en frío para poder intentar recomponer la logística que necesita la cosecha para terminar la temporada con todas las variedades.
Esto, de no manejarse en forma racional, podría generar una sobreoferta estructural en los mercados de destino -fundamentalmente con la pera William’s- afectando de lleno este escenario sobre los precios finales del producto. Las estadísticas en este sentido son preocupantes: el promedio exportado de pera William’s desde la región para los enero del período 2003-2008 se ubicó en las 32.200 toneladas. Hasta la fecha, los embarques sólo alcanza las 1.500 toneladas.
Esto quiere decir que cerrado enero de este año, hay algo más de 30.000 toneladas en el Valle que no salieron hacia los mercados externos.
Por lo pronto ya se están concentrando una media docena de barcos en el puerto de San Antonio a la espera de cargar fruta para ser vendida en destino. Los efectos económicos que puede tener una posible sobreoferta de pera en el mercado, son difíciles de cuantificar.
Lo que sí esta claro es que las condiciones comerciales para la fruta argentina, nada tienen que ver ahora respecto de lo negociado a principio de la temporada por los exportadores.
Por Javier Lojo