El que peor parado salió de la última jornada del Rally Mundial fue un compatriota y tocayo de Loeb, Sebastien Ogier, cuyo C4 del Citroën Junior Team capituló en la ES16 cuando se aferraba con uñas y dientes al quinto puesto.
El francés, campeón del mundo Junior-WRC, tendrá que esperar a 2010 para volver a intentar a alcanzar al campeón, a Hirvonen y al español Daniel Sordo, que terminó tercero en el campeonato.