El consorcio brasileño Norte Energia, con fuerte presencia estatal, construirá la polémica y gigantesca represa Belo Monte en la Amazonia de Brasil ya que se adjudicó esta semana una licitación amenazada hasta último minuto con una guerra de acciones judiciales y protestas de pobladores locales, indígenas y ambientalistas.
Norte Energia está integrado por nueve empresas, con fuerte presencia de la estatal Companhia Hidro Eletrica do São Francisco, con el 49,98%, y ocho privadas entre constructoras, energéticas y de ingeniería.
El consorcio ganó la licitación al ofrecer un precio de venta de la energía de 77,9 reales por megavatio-hora (44 dólares al cambio actual). El precio máximo era de 83 reales (47 dólares).
La licitación se realizó en medio de protestas de los opositores y una guerra de acciones judiciales y sólo fue autorizada a último minuto por un tribunal de Brasilia, después de tres suspensiones previas.
El director James Cameron, de la taquillera película "Avatar", y la actriz Sigourney Weaver dieron eco internacional a la campaña contra la faraónica hidroeléctrica cuando recientemente viajaron al lugar y declararon su apoyo a indígenas, ambientalistas y pobladores locales que se oponen al proyecto. El cantante Sting también se sumó hace meses a los clamores indígenas.
Unos 500 ambientalistas, indígenas y pobladores locales se manifestaron ante la Agencia Nacional de la Energía Eléctrica que acogió la subasta y el grupo ambientalista Greenpeace volcó tres toneladas de estiércol a las puertas del lugar alegando que la energía que saldrá de la Amazonia no es limpia.
"No nos vamos a desanimar. Seguiremos manifestándonos", declaró a la agencia AFP al conocer el resultado de la subasta Renata Pinheiro, del movimiento Xingú Vivo que agrupa a pobladores, organizaciones locales y ambientalistas.
La principal estrategia de los opositores será la ocupación que las comunidades indígenas harán del área donde está previsto instalar la represa, anunció.
Con 11.000 MW de potencia y un costo de más de 11.000 millones de dólares, esta hidroeléctrica pretende ser la tercera mayor del mundo, atrás de Tres Gargantas en China y la binacional Itaipú, en la frontera de Brasil y Paraguay.