De la misma manera que prestamos especial atención a la luz que entra por las ventanas o a la iluminación que instalamos cuando la noche cae, no hay que perder de vista el suelo. Vestirlo es dar luz y calidez de abajo a arriba. La decoración del pavimento es una parte importante que aporta nuevos contenidos a una habitación.
Las alfombras delimitan los espacios igual que un marco define el de un cuadro. Una discreta disposición sugiere dónde empieza y dónde termina la zona de ocio o la de comedor, dónde la de juegos y dónde la de estudio.
A los más reticentes a este acogedor elemento hay que recordarles que las modernas aspiradoras actuales, así como las escobas de aspiración, permiten una limpieza rápida e intensa de forma que las alfombras no se conviertan en el centro de acumulación de polvo.
Los grises son los tonos que más se perciben esta temporada. Una amplia gama que, especialmente, en los salones añade una sobriedad que permite combinar con cualquier estilo de muebles.
Los lisos son un valor seguro, pero la firma catalana Pablo Paniker apuesta fuerte por los diseños rayados y las líneas sinuosas de distintos colores. Los tierra y morados combinan con facilidad de forma que con ellos hay una dosis equilibrada de tradición y actualidad.
La combinación de trama de algodón y pelo de poliéster invitan a dejarse llevar y tirarse al relax.
Si prefiere caminar por el lado más ´salvaje´, como define Paniker a parte de su colección, no tiene más que decantarse por los estampados florales con pelo 100% pura lana. Sin olvidar las rayas de fondo, se atreve a colocar formas florales como si de un bordado se tratara.
Podría sentir las ondulaciones de la arena de la playa en pleno invierno si se decanta por el diseño Kalahari Thar Bro1.
Fundirse con la naturaleza en plena ciudad siempre es una tentación. Los verdes intensos, producidos con diferentes lanas de colores le invitan a desplazarse por un tupido bosque dentro de casa.
La firma sueca Ikea apuesta por dibujos geométricos en negro y blanco. Un toque que aúna una cierta regresión a diseños de otra época, pero que renueva el mobiliario como si fueran unos recién llegados.
Los patchwork transforman un comedor con una decoración clásica en tonos wengue y blanco en un auténtico salón urbano y práctico, tal como propone la firma Roche Bobois.
Las habitaciones infantiles siempre están dispuestas a renovarse con color en los pies. Los tonos más atrevidos van dirigidos a los más pequeños y las formas tradicionales ceden paso a las alfombras redondas o con formas de autos, muñecas u otros elementos acordes a los "duendes" de la casa.
Su área de juegos suele ser el lugar escogido para colocar una alfombra de manera que cualquier golpe quede amortiguado por ese "espacio protegido". Este año, también para los niños el negro es un color a tener en cuenta.