Los zócalos fueron modificados y se hicieron contramarcos a las puertas aportando jerarquía.
Mientras en el departamento las paredes se iban rompiendo y se empezaban a ampliar los espacios, María proyectaba más allá y empezaba a comprar elementos decorativos que más adelante serian fundamentales. Con una enorme seguridad, fundamental para una verdadera profesional, su mente ya podía ver la casa lista. "Tengo mucha confianza en lo que hago: cuando encuentro algo lindo si mi ojo ya lo vio, se que va y lo compro". Es así como, al tiempo de la decoración muchas cosas ya estaban resueltas y sólo restaba ubicarlas y dar vida a esos espacios una vez que se completara la remodelación. Muchos muebles fueron diseños de María, otros tantos fueron comprados en negocios de Buenos Aires y Punta del Este.
María creó una deco ecléctica, "no es moderna, ni de estilo, perdura en el tiempo, es una decoración contemporánea con toques de otros estilos". Colores cálidos, paleta de colores en tonos tierra, texturas suaves logradas con linos y terciopelos y mucha madera para cumplir con la premisa de la propietaria. "Le encanta el invierno y me pidió una casa muy cálida que le transmita la sensación acogedora de esa estación"
Un trabajo que entre obra y decoración duro un año, "soy muy obsesiva y detallista, y estoy muy contenta con el resultado que veo." Cuando uno entra se siente cómodo y a gusto, espacios acogedores y amigables. "Es muy ´friendly´, y lo más importante es que la dueña de casa está súper contenta, la siente verdaderamente su casa pensada exclusivamente para ella y sus necesidades" .