El gobierno nacional, hasta el momento, se caracterizó por llevar a cabo una política orientada hacia la concentración de las decisiones.
Y el manejo del dinero fue una de las más importantes, definiendo así al gasto público como el incentivo principal para que las provincias se alineen al proyecto nacional propuesto por la directiva Kirchner. Este gasto pudo ser aprovechado por algunas provincias más que por otras. Y en este sentido Río Negro supo sacar más provecho que Neuquén, acentuando las diferencias que por ley ya están establecidas en la Coparticipación y en las llamadas Leyes Especiales, denominadas estas últimas en el presupuesto como transferencias automáticas.
Tomando los datos publicados por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) respecto del gasto primario plasmado en el proyecto de presupuesto 2011, que sale de Nación hacia las provincias, Río Negro recibiría el año que viene un 71% más que Neuquén.
Crecen las transferencias de Nación a la región en 2011
Río Negro recibiría fondos, netos de transferencias automáticas, por unos 4.935 millones de pesos. Esto es unos 2.053 millones más de lo que está consignado para la provincia de Neuquén.
Se debe tener en cuenta que el gasto primario mencionado en el párrafo anterior está compuesto por "Gasto en consumo", "Seguridad social", "Transferencias corrientes", "Inversión real directa", "Transferencias de capital" e "Inversión financiera". Las partidas que mayor grado de discrecionalidad tienen son las "Transferencias de capital", de las cuales se deriva la obra pública, y, en menor medida, la "Inversión real directa".
Río Negro recibiría unos 4.935 millones de pesos por transferencias en el gasto primario, tal se destaca en el proyecto de ley para el 2011. Esto es unos 2.053 millones más de lo que está consignado para la provincia de Neuquén.
Este hecho es explicado en gran parte por la partida "Inversión real directa". Mientras que el proyecto de ley estipula para este concepto un envío a la provincia del gobernador Saiz aproximado de 641 millones de pesos, a la administración Sapag proyectan enviar 173 millones, una diferencia que alcanza el 270%.
Este concepto de "Inversión real directa" define principalmente la adquisición o producción de bienes de capital. Se incluyen las ampliaciones y modificaciones de los activos fijos que mejoren su productividad, así como los relacionados con la adquisición e instalación de activos fijos.
Esta inversión, junto con la partida "Transferencias de capital", son las más importantes que están bajo el dominio del ministro de Planificación Federal Julio De Vido, que hasta hace pocos días atrás recibía ordenes del ex presidente Néstor Kirchner, para definir los destinos de los fondos a las provincias (ver más información en página 6).
Así, Río Negro parece haber tenido una gestión distinta a la que llevó a cabo el gobierno provincial de Neuquén respecto a las relaciones con el gobierno nacional. Mientras Saiz logró aumentar las transferencias discrecionales desde el 2008 a la fecha un 64%, Sapag ha podido incrementarla sólo en un 35% (ver recuadro aparte).
Transferencias
automáticas
Además de las transferencias derivadas del gasto corriente a los gobiernos subnacionales en el marco de programas nacionales (seguridad social, construcción de vivienda e infraestructura, etcétera), la administración nacional realiza transferencias automáticas a través de la Copar- ticipación Federal de Impuestos, Leyes Especiales y el Fondo Federal Solidario.
Entre estos tres conceptos, el proyecto de ley para el período 2011 estima que la provincia de Río Negro recibirá 3.196 millones de pesos, mientras que para la provincia de Neuquén el número alcanza un total un total de 2.288 millones de pesos.
Teniendo en cuenta que ambas provincias cuentan con un nivel de población que no discrepa significativamente, los 908 millones de diferencia que reciben ambas provincias por transferencias automáticas se explican por los indicadores que estipula la ley de coparticipación dictada en el año 1988, en forma provisional, durante la presidencia de Raúl Alfonsín. En la reforma constitucional de 1994 se dispuso que debía dictarse otra ley convenio de Coparticipación Federal, que anulaba la anterior, en base a acuerdos entre la Nación y las provincias, antes de terminar el año 1996. Esta ley nunca se dictó.
Y, como era de suponer, la distribución de recursos coparticipables estipulada desde 1988 pareciera no reconocer la realidad que se vive 22 años después.
Como se puede apreciar en el infograma "Recursos automáticos de origen nacional a provincias y CABA", no existiría una relación directa entre los recursos que reciben las provincias y sus necesidades básicas insatisfechas (NBI).
En el gráfico se ordenaron en el eje horizontal las provincias respecto a su nivel de NBI, de menor a mayor, y se indicó en la altura de cada barra los recursos que recibe en este concepto la provincia. Si suponemos que la coparticipación debería funcionar como un mecanismo que genere igualdad y equidad, las provincias que se ubican en el extremo derecho debería recibir más recursos que las ubicadas en el extremo izquierdo. Pero en la práctica, todo indica que el sistema de coparticipación actual no alcanza este objetivo.
Por ejemplo: la provincia de Santa Cruz es una de las que mayor cantidad de recursos obtiene y es una de las que menores NBI presenta. En el otro extremo, las provincias con mayores NBI (Salta, Chaco y Formosa) reciben relativamente pocos recursos.
Está claro que, respecto de las transferencias discrecionales, la gestión Saiz tuvo, hasta el momento, mucha más influencia en el gobierno nacional que la realizada por Sapag. Aunque es de destacar que el primero contó con la ventaja de compartir los dos períodos de mandato de Néstor y Cristina Kirchner.
El acercamiento de Sapag a Nación parece no haber sido suficiente, aunque tampoco lo es la escasa presión que ejerce para poner en marcha una nueva ley de Coparticipación.
(Redacción Central)