La construcción fue uno de los sectores de mayor dinamismo en los últimos años gracias a una conjunción de aumento de los proyectos privados y sostenimiento de un gasto fuerte en obra pública. Sin embargo, en el 2009 la actividad se frenó bruscamente y sufrió una caída interanual del 2,4%.
Si bien la desaceleración tocó un piso a fines del primer semestre y se observaron mejoras en la segunda mitad del año, la actividad estuvo lejos de alcanzar los niveles previos a la crisis. Al tratarse de un año electoral, los sectores que más impulsaron el crecimiento fueron obras viales (+3,7% a/a), pero el resto de los bloques tuvo variaciones negativas.
Para el 2010 deben observarse las perspectivas tanto del sector público como del sector privado. En primer lugar, puede afirmarse que la obra pública nacional y provincial tendrá un alza menor al del 2009, con una tasa esperada del 28%. Esa caída se debe a la reducción de la capacidad de las jurisdicciones para mantener el nivel de gastos. En lo que respecta a la inversión privada, la estabilidad cambiaria y la reversión de la salida de capitales son dos factores a favor del crecimiento. No obstante, las tasas hipotecarias se mantienen a niveles elevados y eso puede jugar en contra de la demanda de inmuebles. En resumen, si bien se espera un año positivo, se descarta que se alcancen las tasas de crecimiento del período 2003-2007.