a provincia de Buenos Aires hizo punta con un nuevo paquete impositivo creando nuevos tributos.
Nuevamente aparece el impuesto a la Transmisión Gratuita de Bienes, tributo éste que hace tiempo había sido eliminado.
El origen de un impuesto es una ley -no hay impuestos sin leyes-.
Según nuestra Constitución nacional, tanto la nación como las provincias se encuentran facultadas para crearlos.
Las provincias tienen delegada la posibilidad de generar impuestos de tipo directos. Éstos se caracterizan porque no es permitida su traslación, es decir quien los paga los debe soportar afectando directamente su patrimonio.
Por el contrario la nación tiene delegada la facultad de crear impuestos de tipo indirectos, trasladables, donde quien ingresa el impuesto no es quien lo soporta.
El Impuesto al Valor Agregado es el ejemplo típico de este tipo de recursos, donde el Responsable Inscripto presenta la declaración jurada y la paga pero quien definitivamente lo soporta es el consumidor final.
Este tipo de contribuciones, salvo que hayan sido creadas con un fin específico, resultan coparticipables -obligatoriamente deben distribuirse entre nación y las provincias-.
Ante la necesidad de caja de los fiscos provinciales y el mal funcio-namiento del régimen de coparticipación, comienzan a crearse nuevos recursos tributarios que les permitan a éstos contar con ingresos genuinos.
El impuesto a la Transmisión Gratuita de bienes es uno de ellos y tiene como objetivo gravar todo aumento de riqueza a título gratuito, incluyendo: herencias, legados, donaciones, renuncias de derechos, enajenaciones directas o por interpósita persona en favor de descendientes.
Al tratarse de un impuesto directo, cualquier provincia se encuentra facultada para poder aplicarlo.
Ante la coexistencia de facultades para crear impuestos, es evidente que se dará una real superposición de tributos, generando dobles o múltiples imposiciones sobre una misma base imponibles.
Sin duda frente a la carencia de una adecuada ley de coparticipación federal, se incita a que las provincias comiencen a analizar la creación de este tipo de tributos.
Es de esperar que el resto de las provincias no imite lo intentado por Buenos Aires. Por ello, para no tener que soportar este tipo de múltiples imposiciones es necesario que se analice y resuelve el problema de fondo.
De no ser así tendremos que resignarnos a que comiencen a aparecer nuevos impuestos.
Chinni, Seleme, Bugner y Asoc.
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