olicitar un préstamo personal fue una de las alternativas que más se utilizaron en estos últimos años por el consumidor para poder acceder al cambio del auto, la compra de un plasma, una computadora o para ampliar unos metros de la casa. Pero la incertidumbre económica genera presiones sobre la tasa de interés, pese a los esfuerzos del gobierno interviniendo el mercado.
Con la crisis del campo, en marzo del año pasado, las tasas se dispararon hasta el 70% anual para los préstamos personales. Hoy bajaron sensiblemente, pero siguen siendo altas. Una tasa final de mercado para un préstamo personal de bajos ingresos está en torno del 45% anual. Si se tiene en cuenta que la economía sigue enfriándose y con ella la inflación -que estaría para el 2009 en torno del 15%- la tasa real efectiva para el tomador del crédito está en el 30%. Un valor alto.
Las pregunta de rigor: ¿el crédito más caro llegó para quedarse o sólo es algo pasajero? ¿Cuál es la tasa límite para endeudarse? Según los economistas, a partir de una tasa del 30% se produce un quiebre en donde el análisis de tomar un crédito, o no, debe hacerse de manera racional. Si miramos la TNA, en un contexto de alta inflación, es mejor tomar un préstamo. La situación puede variar si se analiza el Costo Financiero Total (CFT) que es muy superior, pero que pocos tomadores estudian con detalle.
* Para tomar un crédito lo que hay que evaluar es el CFT.
* Se debe tener en cuenta la cuota mensual, de tal forma que mientras esté dentro de su capacidad de ahorro, es una opción viable.
* Si se mantienen las expectativas inflacionarias -con salarios acompañando esta tendencia- la toma del crédito es positiva.
* En todos estos casos estamos hablando de tasas (CFT) por debajo del 35% anual.
Hoy estas tasas cuesta conseguirlas en el mercado. Por lo que lo más razonable es esperar, si la situación no resulta apremiante para el tomador.
Javier Lojo
jlojo@rionegro.com.ar