Las paradojas que muestra el modelo económico que se aplica en el país van mucho más allá de los ejemplos mencionados en esta nota central.
La intervención del mercado por parte del Estado nacional -y de la forma que lo hace el gobierno K- genera distorsiones que, en el tiempo, sólo podrán ser corregidas en forma compulsiva por el propio mercado.
El modelo sobrevivió, hasta ahora, por los favorables vientos de popa que recibió la economía provenientes del extraordinario contexto internacional.
El superávit comercial -con una moneda débil, sinónimo de salarios bajos- permitió al gobierno K contar con los dólares necesarios para armar y desarmar estrategia intervencionista en el mercado que, más que buenos resultados en el plano económico, fue utilizada como plataforma política para respaldar la demagogia de sus actos. Pero el escenario internacional cambió. Los dólares que tan fácil llegaban del exterior a las arcas ahora no estarán disponibles y el modelo comienza a hacer agua. (J. L.)