El gobernador Sapag "anticipó" esta semana que será un año "difícil" para las cuentas públicas de su provincia. Con su ministra de Hacienda recién llegada de sus merecidas vacaciones, Sapag intenta buscar recursos donde ya no los hay. La baja del crudo impacta de lleno sobre las regalías que están recibiendo y, día a día, le llegan las correcciones a la baja, para lo que serán los ingresos del presupuesto 2009. Sin dudas que será un año complicado. Lo llamativo es que el gobernador se haya dado cuenta de este escenario cuando el "agua le está llegando al cuello". Tardío de reflejos, apuesta de lleno a que las "grandes" empresas posterguen la decisión de comenzar a liquidar regalías a precio de mercado. Sin Plan B, Neuquén está en serios problemas.