NEUQUÉN (AN/ACE).- Los pedidos de procesamientos por falsos testimonios y las acusaciones a testigos del juicio sospechados de estar involucrados en los delitos cometidos durante la dictadura "están sin resolver", recordó la defensa de Francisco Oviedo.
Hasta ayer no se supo, por ejemplo, si el general Martín Balza declaró, ya que las preguntas se iban a presentar por escrito y no se supo si las respuestas llegaron o se desistió de ese testimonio.
Fueron numerosos los planteos durante el último tramo de las audiencias para que algunos testigos fueran investigados por su participación en secuestros o en el traslado de personas que continúan desaparecidas, en especial por la querella del Ceprodh.
"No se han resuelto las impugnaciones" criticó Elizondo. Consideró que si hubieran prosperado varios de los planteos impugnatorios hechos sobre los testigos sospechados de ser partícipes de la represión, "se terminaría con la prueba" debido a que estarían invalidadas de declarar bajo juramento y deberían ser indagados.
Sólo el caso López Proumen
Desde que se sacó a Ignacio López Proumen esposado del Tribunal para que el juez de instrucción analice las contradicciones en su declaración, no hubo un nuevo pronunciamiento del cuerpo sobre la posibilidad de que un testigo sea declarado "reticente", "supuesto partícipe" o estar sospechado de "falso testimonio".
Los jueces optaron por cambiar la modalidad y se espera que den a conocer al término de los alegatos -o tal vez con la sentencia- quiénes deberán ser sometidos a proceso como resultado de sus dichos en la audiencia.
Hoy continúa la rueda de alegatos defensistas, y será el turno de conocer el planteo de los abogados de Hilarión Sosa, el médico militar acusado de monitorear que la supervivencia de las víctimas durante los tormentos a los fines del interrogatorio. Lo defienden Guillermo Álvarez y Gerardo Ibáñez.