A Warley...
Me baño con la tormenta
despojando invisibles impurezas.
La flor borrosa en los azulejos
me clavaba espinas.
La memoria agita máscaras
invitándome a bailar.
Una mañana
hablabas de la mujer
que asesinó a tus hijos.
Me pareció verte
tras la cortina
escuchando a cohen
tomando vino
lamiéndole la espalda
las tetas.
Me bañaba dormida
reclamando tu tos seca
y una malsana lucidez
me empujaba a preguntar
de dónde nace este sudor
que con un chispazo te nombra?
De dónde? Preguntaba, de dónde?
Diciembre sacudió la mano.
El vacío es una suma mal hecha -pensé.
Refregué mi carne con asco
y bailé descalza
sobre los vidrios.
estoy demasiado flaca
mi hija tiene el 25% de mi peso
y esa inocencia me devuelve
los días de lluvia
las corridas
por los pasillos de la escuela
el olor a aserrín
a querosén
tenía razón Dante
ya no es como de pibes
cuando comíamos el azúcar a cucharadas
ahora todos los semáforos están en rojo
no tengo un mango
y mi hermano vive en Buenos Aires
los lunes son complicados
me corté el pelo
ese arranque tan femenino y estúpido
de creer que un par de tijeras
puede arreglarnos la vida
tengo un intenso dolor
detrás de los ojos
como si fueran a desplomarse
soy demasiado joven para morir
ese porcentaje de mi cuerpo
muerde el lomo de un libro
hasta arrancarle un pedazo
pienso en eso
en el libro amputado
la mordedura