El gobierno argentino se comprometió ayer ante su par brasileño a revisar el listado de productos sujetos a licencias no automáticas de importación, aunque ambos mantienen diferencias de fondo sobre cómo manejar la relación comercial bilateral. Para intentar terminar de zanjar los roces comerciales, el propio presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva vendrá al país a finales de marzo para reunirse con Cristina Fernández de Kirchner.
La confirmación de la visita de Lula ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, al término de la reunión que Fernández de Kirchner mantuvo ayer por la tarde con el canciller brasileño, Celso Amorim.
Amorim sostuvo ayer que las relaciones bilaterales entre su país y la Argentina están "en una fase muy buena", luego de ser recibido por la presidenta.
El responsable de las relaciones exteriores del país vecino visitó Buenos Aires en el marco de una misión del gobierno de Lula para analizar la relación comercial bilateral, de la que también participaron el secretario de Desarrollo de ese país, Ivan Ramalho, y el subsecretario de Comercio de ese país, Welber Barral.
Estos funcionarios se reunieron con el secretario de Industria, Eduardo Bianchi.
Cabe recordar que el conflicto comercial que el año pasado se desató por las barreras comerciales que aplicó el gobierno argentino, tuvieron su réplica en medidas del gobierno brasileño que afectaron las exportaciones de frutas de Río Negro y Neuquén al país vecino.
Ayer por la tarde, Bianchi aseguró que las licencias no automáticas aplicadas por Argentina a importaciones fueron una "herramienta útil" para sortear la crisis de 2009, ya que en la visión del gobierno argentino sirvieron para preservar puestos de empleo.
No obstante, Ramalho insistió que en la visión del gobierno de Brasil, tales medidas son "negativas" por cuanto considera que agrega "incertidumbre" a los empresarios al momento de planificar sus negocios. Pero Bianchi insistió en que Argentina pretende tener "un mecanismo o herramienta que contemple las sensibilidades" de sectores económicos que puedan ser vulnerables ante la competencia exterior.
Los brasileños, igualmente, aceptaron que la caída del intercambio comercial producida el año pasado se debió a la retracción económica de ambos países antes que por el "proteccionismo argentino" según se quejaban hace un año.
Luego de una intensa jornada de trabajo, calificada por ambas partes de "positiva" y "cordial", Bianchi prometió analizar los sectores que con la recuperación prevista para 2010 no necesiten más las licencias, y flexibilizar en otros casos.
Pero también aclaró que "se van a mantener" en los sectores donde sea necesario algún tipo de seguro para evitar problemas sociales.
Fuentes brasileñas indicaron luego de la charla con el periodismo, que para el país vecino "los gobiernos no tienen que entorpecer" las relaciones entre privados ya que aspiran a que se terminen los acuerdos de limitación de comercio que desde hace varios años vienen firmando los empresarios.
En definitiva, ambas posiciones reflejan que persisten diferencias de fondo sobre cómo encauzar las relaciones comerciales entre los principales socios del Mercosur. (DyN/DPA)