NEUQUÉN (AN).- Kique Sánchez Vera fue un artista completo y un creador con alma de niño. Autor, poeta, docente, pintor, titiritero, fueron las marionetas y los títeres los que le dieron la fama y lo posicionaron entre sus pares.
"Era un verdadero maestro. En todo sentido de la palabra, en todas sus cosas dejaba una enseñanza, en las grandes y en las pequeñas cosas de todos los días. Tenía un don especial que tienen pocas personas", dice César Nadín, quien compartió junto a Sánchez Vera ocho años de trabajo en la compañía de títeres de guante El Barco de Papel.
"Juntos hicimos giras por la Argentina y otros países de Latinoamérica", recuerda el titiritero del Teatro de Títeres La Huella de General Roca. "Tuve -recuerda- una relación muy fuerte con Kique, nos queríamos mucho, y le agradezco porque a mí me mostró cómo es ser titiritero. Todo lo aprendí con él. No todas las personas son desprendidas en sus conocimientos, y él lo fue".
Nadín, como otros artistas populares, participó de un homenaje que se le hizo a Sánchez Vera en la Legislatura neuquina en 2009, organizado por la Biblioteca Popular que lleva su nombre. Allí se leyeron sus obras, se cantaron sus canciones, y se exhibieron algunos de sus muñecos, sus obras de arte, pinturas y xilografías.
Ricardo Fonseca, poeta y autor de la canción "Marionetista de veras" -dedicada a Sánchez Vera y musicalizada por el grupo Sanampay-, recuerda al titiritero con admiración. "Kique conformó todo un hito en el mundo de las marionetas. Hay un antes y un después de su llegada a la región. Fue un artista excepcional, completo, irremplazable en el mundo de los títeres", sostiene Fonseca. Y agrega: "Era un hombre niño: se reía de todo, vivía en otro mundo, era un ser mágico".
Otro de sus discípulos y admiradores es Manuel Vera, director del Grupo de Títeres de la Fundación Cultural Patagonia. "Kique llegó a Centenario en el ´70 desde la lejana Catamarca con un viejo auto con un cartel que decía El Barco de Papel", recuerda Vera. Cuenta que los entusiasmó a todos con sus historias y los enamoró con ese aire tan cálido que traía del norte. "Desde ahí -dice- apoyamos su actividad, porque era un gran poeta, escribió canciones, a nivel de dramaturgia aportó muchísimo, no sólo al campo literario de los títeres. Y con él vimos el nacimiento del grupo Las Marionetas de Centenario con el que recorrimos muchos escenarios nacionales". "¿Cuáles fueron sus enseñanzas?", le preguntamos al titiritero. "Siempre fue muy mágico y muy ingenuo. Todos lo recordamos, además por su creatividad, por su ternura en cuanto a todo lo que generaba como hecho creativo".
Comprometido con el teatro de títeres, Vera destaca el legado de Sánchez Vera y de Javier Villafañe (artista múltiple y gran titiritero que murió en 1996), quienes -dijo- "nos han dejado un modelo a compartir y seguir". Mas el Kique original vive en mi pueblo y sonar es su mayor aventura".