BUENOS AIRES (DyN).- A diez años y medio de la tragedia de LAPA, la peor catástrofe aérea de la Argentina, sólo dos empleados jerárquicos de la empresa fueron condenados a tres años de prisión en suspenso por estrago culposo, mientras los máximos directivos quedaron absueltos, en medio del dolor, la bronca y denuncias de sobrevivientes y familiares de las víctimas.
Al escuchar que ningún acusado iba preso, llegó a tal punto el malestar que los parientes y amigos de los muertos interrumpieron varios minutos la lectura del veredicto con gritos, quejas e incidentes.
La medida fue dispuesta por el Tribunal Oral Federal 4 -por mayoría-, que dio a conocer anoche su decisión en dos tramos, ya que tuvo que parar la lectura del fallo por el caos que se había generado en la sala de audiencias de los tribunales de Comodoro Py 2002.
Es que, hasta ese momento, los deudos estaban escuchando la peor de las noticias: el sobreseimiento de dos ex integrantes de la Fuerza Aérea y la absolución para el ex presidente de LAPA Gustavo Deutsch, el ex vicepresidente Ronaldo Boyd, el ex gerente de Operaciones Fabián Chionetti y la ex gerente de Recursos Humanos Nora Arzeno.
Y recién cuando pudieron volver a la sala de audiencias pudieron concluir con la lectura: las condenas del ex gerente de Operaciones Valerio Diehl y del ex jefe de línea 737 Gabriel Borsani, quienes recibieron tres años de prisión en suspenso.
El próximo 31 de marzo se sabrá con qué argumentos los jueces Leopoldo Bruglia, Jorge Gorini y María Cristina San Martino -en disidencia- llegaron a esta conclusión.
La querella apelará el fallo ante la Cámara Nacional de Casación Penal.
"Pensé que se iba a hacer Justicia. Pero acá se mueve mucha plata. Me estaban buscando para que hablara a favor de ellos", dijo Marisa Beiró, una sobreviviente de aquella tragedia y que tuvo que soportar decenas de cirugías luego de las graves quemaduras que le quedaron en el cuerpo.
Su voz no fue la única que se alzó contra los acusados. "No puede ser que en esta Argentina no se pongan los huevos que hay que poner. Ahora hay ocho asesinos sueltos. ¿Cuánta plata les pagaron?", gritaba uno de los hombres con la remera negra que los identificaba como agrupados en la querella.
Los familiares habían estado haciendo una vigilia durante toda la noche frente a la Facultad de Derecho con 65 sillas vacías y otras tantas velas que representaban a cada una de las víctimas del vuelo 3142 de LAPA. Y a las 13, después de escuchar las palabras del último acusado, esperaron ansiosamente hasta las 19 que se leyera el veredicto.
Los imputados, a esa hora, ya se habían acomodado frente al estrado, detrás de un vidrio.
Además de las condenas y absoluciones que recibieron los miembros de LAPA, quedaron directamente sobreseídos los ex funcionarios de la Fuerza Aérea que llegaron al banquillo: Diego Lentino, ex director del Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial, y Damián Peterson, ex director de Habilitaciones Aeronáuticas.
El tribunal directamente consideró que esos militares ni siquiera tendrían que haber llegado a juicio oral porque el delito en su caso estaba prescripto.
