La tragedia del vuelo 3142 de LAPA, que debía unir el Aeroparque metropolitano con Córdoba, ocurrió la noche del 31 de agosto de 1999. A las 20:53, el Boeing 737 a cargo del piloto Gustavo Weigel, "habiendo sobrepasado la velocidad de rotación y la seguridad de despegue, no alcanzó a despegar", según consta en el pedido de elevación al juicio, que hoy concluye.
Tras arrasar la verja perimetral de la aeroestación, el avión chocó finalmente contra un terraplén en la Asociación Argentina de Golf, donde había además una caseta de gas, partió el fuselaje y los tanques repletos de combustible estallaron.
En esa carrera desbocada y el posterior incendio murieron 60 pasajeros, tres tripulantes y dos personas que iban en un auto por la avenida Costanera y fueron embestidos por la aeronave.
La caja negra reveló que los "flaps" de sustentación del avión no estaban configurados para que se elevara, presumiblemente por una negligencia del piloto que tampoco pudo abortar la maniobra cuando sonaron las alarmas de seguridad. (Télam)