El contexto familiar que envuelve a la víctima (hoy bajo la guarda de su tía que se domicilia en Choele Choel) fomenta la preocupación. La madre de la joven sigue bajo el mismo techo que el acusado, con el cual mantiene un matrimonio del que han nacido ocho hijos. En todo momento esta mujer descree del clamor de su hija y por lo tanto defiende a ultranza a su marido, pero asimismo para ella se ha recomendado tratamiento psicológico por algunas actitudes de vida que así lo exigen.

La madre de la jovencita (no la ve desde que se denunció el abuso) se puso de novia con el actual marido cuando tenía 13 años, él ya tenía 30 y estaba casado. Durante varios años mantuvieron esa relación de pareja, de la cual nacieron dos hijos, uno es precisamente la joven que denuncia la violación.

La víctima ha relatado además otros abusos "mi papá nos llevaba a comer a la otra casa, mientras él compartía la mesa con su esposa e hijos, nosotros dos comíamos en el suelo".

La joven intentó suicidarse dos veces en estos últimos meses. Así lo reconoció su tía, Laura L. (el apellido se reserva para proteger a la menor), quien es la que tiene su guarda en Choele Choel. En el primero de los intentos consumió todas las pastillas que le habían recetado en virtud de su tratamiento psiquiátrico y posteriormente, en el centro de salud donde era asistida, se cortó las venas. Por estos días la víctima se recupera de esos intentos pero ha manifestado reiteradamente a su tía que "prefiero estar muerta, no aguanto más".

Laura reafirmó: "Queremos que (el acusado) permanezca con prisión preventiva hasta que comience el juicio porque vivimos literalmente presos. La nena no puede salir si no es acompañada. Porque si bien él y la madre tienen restricciones para verla han llegado hasta Choele Choel y quieren convencerla de que vuelva a su casa y retire la denuncia".