La expectativa estará nuevamente centrada desde hoy en lo que pueda definir la justicia. El titular del Banco Central (BCRA), Martín Redrado, estará expuesto a que la Cámara en lo Contencioso Administrativo dé vía libre al decreto 18/09 y lo desplace de su cargo. En cambio, las reservas del BCRA seguirán todavía lejos del alcance del Gobierno, por lo menos hasta la semana del 25 de enero.
En el orden judicial, otra de las novedades es que la jueza María José Sarmiento, cuestionada por el gobierno, será reemplazada desde hoy hasta el fin de la feria judicial.
Ernesto Marinelli se hará cargo en el juzgado Contencioso Administrativo Federal número 1, de las causas que la Cámara Nacional de Apelaciones le devolvió a Sarmiento el jueves, porque dicho cuerpo no puede sesionar al quedar con un solo miembro (los otros dos, por diferentes motivos, quedaron desafectados).
Los decretos 2010/09 y 18/10 del gobierno -que habilitan el traspaso de reservas del Central a las arcas del Tesoro y que disponen la salida de Redrado- dieron paso a un fuerte debate político que motorizó la oposición frente al evidente intento de la presidenta Cristina Kirchner de eludir la intervención del Congreso: ella dictó esos decretos de necesidad y urgencia luego de vencido el plazo de sesiones ordinarias y no convocó a extraordinarias, por lo cual los legisladores de la oposición afirman que fue burlado el debate legislativo.
Por ello, los partidos retomarán esta semana los contactos informales para abordar el conflicto generado por el uso de DNU para pagar deuda pública con reservas.
El jefe de los diputados peronistas no oficialistas, Felipe Solá, salió a advertir ayer que no adherirá a ningún "pacto entre bambalinas" y abogó por una "salida política" en lugar de una judicial, a la crisis.
Solá respondió así al supuesto acuerdo entre el Gobierno y el radicalismo, denunciado por la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, por el cual se facilitaba la salida de Martín Redrado del Central, a cambio de que los DNU sean tratados en el Congreso.
El ex titular del BCRA, el duhaldista Aldo Pignanelli, imprevistamente apoyó al Gobierno en su pulseada con Redrado, al señalar que éste debería irse, y que la política de dicha institución la fija "el Presidente" y no el funcionario.
También, la senadora mendocina Laura Montero defendió a su jefe político, el vicepresidente Julio Cobos, al sentenciar que "cumple con la Constitución", además de asegurar que el Congreso tiene "plenas facultades" para autoconvocarse, pese al rechazo del gobierno.
El presidente de la bancada de la UCR en Diputados, Oscar Aguad, confirmó que hoy por la tarde los radicales se reunirán en el Comité Nacional de esta Capital, y que él se reunirá a partir del martes con Carrió, Federico Pinedo y Felipe Solá, según informó "para evaluar un cronograma de acciones".
Como se sabe, la intención de la oposición es tratar en el recinto los decretos para la utilización de reservas para el pago de deuda pública y el de remoción de Redrado de la titularidad del Central, suspendidos por la Justicia.
Se anunció que, si Cristina Kirchner no hace lugar al pedido, recurrirán al titular de la Cámara Baja, Eduardo Fellner, y si tampoco logran una respuesta, evaluarán una autoconvocatoria
Esperan señal de Cristina
La fecha inicial de la autoconvocatoria había sido estimada para el miércoles venidero, pero la diputada de la Coalición Patricia Bullrich dijo que se esperará una respuesta de Cristina.
En un contacto radial, Solá dijo que "cualquiera que sea el pacto, si no es a la luz del día lo vamos a rechazar" y abogó por una "negociación a la luz del día". Además, dijo que "es una cuestión exclusivamente de Redrado" su continuidad al frente del BCRA.
"Su continuidad está garantizando que no existe el álter ego, es decir, que no es lo mismo el Banco Central que el gobierno", indicó. Solá consideró que "la salida es política, porque cuando ascienda en la Justicia" el litigio "es muy posible que aparezca un fallo que diga ´pónganse de acuerdo ambos poderes, el Legislativo y el Ejecutivo´".
Por ello, criticó, "no convocar al Congreso porque la señora (por la presidenta Cristina Kirchner) no quiere, es como tener nueve meses de gobierno representativo, republicano y federal y tres meses de monarquía, porque no puede haber Congreso".
(Redacción Central/DyN)
