SANTIAGO DE CHILE.- Con un empate técnico en las encuestas, los candidatos de la coalición oficialista de izquierda Eduardo Frei y el derechista Sebastián Piñera se enfrentan hoy en las urnas para decidir la más reñida elección en décadas en Chile.
El millonario empresario Sebastián Piñera, de 60 años, que lucha por segunda por vez por la presidencia, se impuso holgadamente en la primera vuelta del 13 de diciembre al ex presidente Frei y estuvo a 6 puntos de alcanzar la mayoría absoluta.
Pero Frei, con el respaldo de la izquierda no gobernante y del independiente Marco Enríquez-Ominami, quien resultara tercero en la primera vuelta con el 20% de la votación, remontó la gran diferencia que le sacó su rival y una última encuesta esta semana dio un empate técnico entre ambos.
La conquista del 12% de abstención que se registró en la primera ronda puede inclinar la balanza a uno u otro lado.
El magnate Piñera, propietario de diversas empresas y accionista en el equipo de fútbol más popular del país, cuya fortuna se estima en 2.000 millones de dólares, ha realizado una millonaria campaña similar a la del presidente estadounidense Barack Obama y proclamando que con él viene el cambio.
El empresario gestó su fortuna durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) con un estilo de agresivo emprendedor y promete crear un millón de empleos y duplicar en 10 años el ingreso per cápita de los chilenos de 12.000 dólares.
Sus adversarios fustigan que Piñera no se desprende de sus empresas, entre ellas un canal de televisión y de parte de la propiedad de la aerolínea LAN a pesar de su actual vida política. También le achacan las vinculaciones que tuvo la derecha, que lo respalda, y con la dictadura de Augusto Pinochet.
Piñera, en todo caso, ha logrado capitalizar el descontento de muchos insatisfechos con el gobierno no obstante la modernización del país y los avances sociales que los cuatro gobiernos de la alianza centroizquierdista han logrado. Pero a la coalición "se le acabó la bencina (gasolina)", según el empresario.
Del otro lado
Frei, de 67 años, ya gobernó a Chile entre 1994-2000 y ahora intenta volver al poder con un discurso más avanzado, proclamándose el heredero de la popular presidenta Michelle Bachelet. Dice encabezar al progresismo que buscará derogar una ley de amnistía de 1978 que Pinochet decretó para los violadores de derechos humanos en sus primeros cinco años de dictadura.
El demócrata cristiano pretende en su segundo gobierno reemplazar la Constitución heredada de Pinochet y acentuar el rol del Estado en la sociedad.
El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, comparó ayer las elecciones con el plebiscito de 1988 al insistir en las diferencias de los candidatos presidenciales frente a la figura del fallecido general Augusto Pinochet y señaló que la tarea de la Concertación será ver si mañana logra aunar a "las fuerzas del NO", triunfantes en aquella consulta histórica.
Es que la Concertación gobernante incorporó en este mes de campaña el debate de "pinochetismo sin Pinochet" en su embestida hacia el candidato de la derecha cuyo entorno conformado por la Unión Democrática Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) contiene a varios ex funcionarios y colaboradores de la dictadura.
De los casi 17 millones de chilenos, 8,28 millones están habilitados para votar. Un total de 34.000 urnas estarán habilitadas a partir de las 7. (AP/Télam)