Un millón de los 4,6 millones de inmigrantes que viven en España, casi uno de cada cinco, estarán desempleados a finales de 2010 como efecto de la crisis económica que afecta al país, según se desprende del "Anuario de la Inmigración en España 2009", presentado hoy en Madrid.
La cifra es alta, pero según los expertos que realizaron el documento, no aumentará más.
La tasa de desempleo entre los inmigrantes, que se sitúa en el 28 por ciento frente al 19 por ciento de la media en el país, "se ha estabilizado y difícilmente continuará aumentando", aseguró el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona Josep Oliver.
Según las conclusiones del "Anuario de la Inmigración", la alta tasa del desempleo entre los inmigrantes no se debe tanto a la destrucción de puestos de trabajo por la crisis económica, sino a la cuantiosa llegada de extranjeros en el año 2008.
Y ese flujo parece que se ha frenado. En los nueve primeros meses de 2009 llegaron 10.000 personas de forma legal, dijo la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, lo que "en comparación con otros años, en los que llegaron 150.000 o 280.000, pone de manifiesto que los instrumentos que tenemos están funcionando".
"En el futuro serán muchas menos las personas que vengan, pero tendrán un perfil de media y alta cualificación", manifestó.
Tanto Rumí como Oliver recordaron no obstante que la inmigración seguirá siendo necesaria para España. La crisis no puede hacer olvidar que "el agujero demográfico del país continúa", dijo el catedrático de Economía.
DPA.-