VIEDMA (AV).- Un contratista de El Bolsón quedó atrapado en la burocracia del Estado, que desde hace 12 años aceptó cederle una serie de vehículos a cambio de refacciones en el hospital de esa localidad andina.
El 26 de noviembre de 1997, el constructor Néstor Elizondo convino realizar una obra de reparaciones en la Sala de Mujeres y llevar a cabo otras prestaciones en ese nosocomio por mediación de la cooperadora. Recibió en parte de pago una Ford F 100, un Rastrojero y una Jeep Gladiator -tres camionetas modelo de los ´70- que diversos organismos le habían asignado al área sanitaria tras caer en desuso para los servicios que debe prestar el Estado.
La transacción dio origen a un expediente del entonces Consejo Provincial de Salud Pública Nº 31461-E. Con ese documento oficial se comenzó a tramitar la baja de los bienes del patrimonio público para que el proveedor pueda inscribirlos a su nombre en el Registro de la Propiedad del Automotor.
Elizondo paseó por las oficinas de trámites de Viedma, entre Salud Pública y organismos de control, durante ocho años. Logró la transferencia parcial de la F 100 y el Rastrojero que aún hoy utiliza para desarrollar trabajos de construcción.
Sin embargo, con la Gladiator no tuvo la misma suerte pese a que viajó en diversas oportunidades a esta capital en el transcurso de ocho años, hasta que una serie de conocidos comenzaron a ayudarlo.
El expediente estuvo perdido durante cuatro años y pudo reactivarse por gestión personal del entonces ministro Francisco Buzzo (2003-2004), originario de esa localidad y que conocía a Elizondo por haberse desempeñado como director hospitalario. "Cuando se fue el ministro, volvió a desaparecer el expediente y para infortunio del constructor hasta desapareció la comisión cooperadora", contaron a "Río Negro" varios allegados que se solidarizaron con el caso.
Cuando el trámite pudo rearmarse últimamente, se verificó que entre un escritorio y otro de una misma oficina tardó cuatro días para ir certificando los derechos de propiedad, y una semana en pasar de una dependencia a la otra. Todavía resta el aval del titular de Patrimonio Oficial, Daniel Pascual, y que el certificado final sea expedido por el secretario general de la Gobernación, Francisco González, en la actualidad de vacaciones. Al parecer, ya se encuentra en la recta final y con posibilidad de que la Gladiator pueda funcionar con los papeles al día.