La vida deportiva de Santiago Silva se mudó definitivamente del sur hacia el oeste. El goleador del último campeón argentino, Banfield, está otra vez junto al plantel de Vélez, dueño de su pase.
Luego del fin de la novela por su futuro futbolístico, el artillero uruguayo realizó ayer la primera jornada completa de pretemporada con el Fortín en Necochea, mientras el presidente del club Fernando Raffaini negocia con el representante del jugador, un nuevo contrato a partir de junio próximo, fecha tope del vínculo entre las partes.
Las tratativas son entre Raffaini y Pablo Betancourt, el delegado de Silva para delinear el nuevo contrato que se iniciaría a mediados de año. Caso contrario, Silva obtendrá la libertad de acción.
Raffaini se mostró tranquilo y "con tiempo" para negociar. "Nuestra costumbre es conversar sobre el nuevo contrato seis meses antes del vencimiento del actual para no tener los problemas que surgen a último momento", sostuvo el dirigente.
Apretado por el tiempo quedó Banfield, cuya dirigencia si bien logró acordar con Vélez, no logró persuadir a Silva para que siga en el Taladro. Según el presidente del club del sur bonaerense Carlos Portell, "el responsable de que Silva no siga en Banfield es su representante".
Con Silva en el plantel que dirige Ricardo Gareca, Raffaini aseguró que "no se va a incorporar a nadie" por el chileno Waldo Ponce, que se fue del club. "Confiamos en los chicos que están atrás como (Marco) Torsiglieri y (Fernando) Tobio, que ya demostraron que está para jugar".
