VIEDMA (AV).- El gobierno provincial, a través de la creación del Sistema Integrado de Gestión Alimentaria, quiere enmendar los posibles errores cometidos en el caso Flavors -que desnudó fallas en los controles de los alimentos y del establecimiento desde el que estos se distribuían y que hoy son investigadas en el ámbito judicial-.
Esta herramienta, permitirá que los organismos de Estado, empresas, productores y consumidores consulten las bases de datos e información del Área de Alimentos del Ministerio de Salud transparentando el sistema, según las pretensiones que quedaron volcadas en la resolución 5380, firmada por la titular de esa cartera, Cristina Uría, a fines de noviembre de 2009.
Esta estrategia de control alimentario se llevará adelante con personal del área de Salud Ambiental e incluirá la vigilancia de las enfermedades de transmisión alimentaria, la red de laboratorios de alimentos de Salud Ambiental, el sistema de fiscalización de industrias de alimentos y el de registros de establecimientos elaboradores y de productos.
La resolución establece que el Laboratorio generará un protocolo electrónico que contará con los datos de solicitud de análisis, resultados analíticos y conclusiones. Estos documentos podrán ser visualizados por los distintos niveles en los que se dividirá el sistema -que incluye a las industrias en el Nivel I, a los supervisores y coordinadores de Salud Ambiental y la red de Laboratorio en el II y el área técnica central en el III- y se integrarán al Sistema de Vigilancia de Enfermedades.
Se emitirán señales de alerta en caso de detectarse resultados que no conformen los requerimientos exigidos y toda la información quedará registrada en el SIGA.
Este sistema contará con la georeferenciación de los establecimientos elaboradores de alimentos que serán visualizables en los navegadores de mapas disponibles en internet. La administración general del SIGA se realizará en el Nivel Central del Ministerio de Salud, a través de sus departamentos de Protección de Alimentos y Fiscalización de Industrias.
La resolución a través de la cual se crea el SIGA incluye además varios anexos que estipulan pautas concretas para cada uno de los pasos a seguir para las distintas habilitaciones, para el otorgamiento de las claves de acceso al sistema electrónico, para la inscripciones, reinscripciones y pedidos de bajas, modificaciones de rubros o edilicias, entre otras acciones. También se incorporan los distintos formularios que deben completarse para cada finalidad.
El Nivel II -supervisores, coordinadores y laboratorios- será el encargado, entre otras cosas, de realizar las tomas de muestras de los productos a inscribir o reinscribir para su análisis en los laboratorios de Salud Ambiental. Se otorgarán proyectos de rótulos de los productos inscriptos con la información obligatoria que deberá contar requerida a partir de los datos introducidos en el SIGA.