NEUQUÉN (AN).- "Chihuido I es una concesión, no una obra pública. Se otorga a quien le pide al Estado menos dinero, menos subsidios, menos tarifa eléctrica; y más dinero propio o de créditos que no sean del Estado le aporta a la represa", señaló el gobernador Jorge Sapag.
En la nota enviada a este diario, dijo que "de poco serviría valorizar la obra en menos si luego no se devuelven los fondos al Estado (subsidios), o no se aportan fondos propios o créditos propios o si se piden tarifas eléctricas que luego el Estado debe subsidiar".
En casos como este, planteó, "se debe analizar el costo para el Estado durante todo el período de la concesión y el dato del valor de la represa es sólo un elemento más en las consideraciones generales de evaluación. Pero de ninguna manera es el dato determinante, como lo podría ser en una obra pública".
A criterio del gobernador, "la comprensión de este punto es esencial para entender la corrección y la transparencia del proceso licitatorio en ejecución".
Destacó por otra parte que "toda la región recibirá los beneficios de esta inversión, en una energía sana y limpia".