DETROIT.- El nigeriano acusado de intentar hacer volar un avión estadounidense el día de Navidad se declaró inocente ayer ante un tribunal federal estadounidense de seis cargos, que podrían costarle la prisión de por vida.
Vestido de camiseta blanca y pantalones beige, Umar Farouk Abdulmutalab, de 23 años, habló para confirmar su nombre, edad e indicar que había leído una copia de las acusaciones en su contra, ante el juez federal de Detroit (Michigan, norte) Bernard Friedman.
Abdulmutalab fue procesado el miércoles por haber tratado de hacer estallar una bomba en el vuelo 253 de Northwest Airlines con 290 personas a bordo.
El joven, que resultó con quemaduras de entidad debido a que llevaba los explosivos adheridos a su cuerpo y debió pasar varios días en el hospital, aseguró que el tratamiento médico de sus heridas no afecta su habilidad para comprender los cargos en su contra, tras ser interrogado por Friedman sobre si había tomado medicación en las últimas 24 horas.
"¿24 horas? Sí. Analgésicos", dijo sosteniendo su cadera izquierda.
Luego dejó que su abogada, Miriam Siefer, anunciara que se declaraba inocente de los seis cargos que enfrenta, incluido "intento de asesinato" e "intento de utilización de armas de destrucción masiva" contra 290 personas que viajaban en el vuelo Amsterdam-Detroit de Northwest Airlines el 24 de noviembre.
"En este momento nuestro cliente quiere declararse no culpable", dijo Siefer.
El joven, hijo de un prominente banquero nigeriano, enfrenta de 20 a 30 años de cárcel por cada uno de los seis cargos, lo que podría significarle la prisión de por vida si es declarado culpable de más de uno. La abogada dijo al juez que no pediría la libertad condicional.
"Hemos aceptado la detención, con el consentimiento de nuestro cliente", añadió.
La audiencia tuvo lugar un día después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciara una serie de medidas para mejorar el intercambio de información de los servicios secretos y reforzar la seguridad.
El ataque fallido provocó duras críticas al sistema de prevención de atentados. Obama reprendió fuertemente a los servicios de inteligencia y seguridad por haber desoído "señales de alerta" antes del frustrado atentado de Navidad y exigió reformas inmediatas para corregirlas.
Abdulmutalab figuraba en una de las listas estadounidenses de personas que debían ser vigiladas, listado que incluye a 50.000 personas. "Estamos en guerra. Estamos en guerra contra Al Qaeda, una red de violencia y odio de gran alcance que nos atacó el 11 de septiembre, que mató a cerca de 3.000 inocentes y que está preparándose para atacarnos de nuevo", advirtió Obama. "Haremos lo que sea necesario para derrotarlos", agregó tras prometer "inversiones significativas" en la seguridad aérea.
El nigeriano permaneció en Yemen desde agosto hasta diciembre y partió de allí poco antes del fallido atentado contra el vuelo Amsterdam-Detroit.
En Detroit unos 20 manifestantes esperaron ateridos frente al edificio de la corte, con banderas estadounidenses y pancartas con consignas como "No en el nombre del Islam" e "Islam está contra el terrorismo".
(AFP/DPA)