La sentencia a 25 años de prisión que se impuso hoy definitivamente al ex presidente peruano Alberto Fujimori, está vinculada con dos masacres en las que murieron 25 personas y a dos secuestros perpetrados en el contexto del autogolpe de estado de 1992.
Las matanzas, conocidas como "Barrios Altos" y "La Cantuta", fueron obra del Grupo Colina, una organización militar formada por especialistas en inteligencia que cometió varios crímenes más, aunque Fujimori no fue procesado por ellos porque no forman parte de los casos por los que se pidió su extradición a Chile.
El 3 de noviembre de 1991, diez encapuchados con fusiles HK con silenciador irrumpieron en una casa del sector céntrico limeño Barrios Altos, donde había una fiesta, y dispararon indiscriminadamente, matando a 15 personas, entre ellas un niño de ocho años, recordó la agencia noticiosa DPA.
La masacre, se supo luego, se perpetró ante la suposición, nunca probada, de que los presentes, vendedores ambulantes de helados en su mayoría, eran militantes de la organización guerrillera de ultraizquierda Sendero Luminoso que hacían la fiesta para recaudar fondos.
Placentina Chumbipuma, Luis Alberto Díaz, Octavio Huamanyauri, Luis Antonio León, los hermanos Filomeno y Máximo León, Lucio Quispe, Tito Ramírez, Teobaldo Ríos, Alejandro Rosales, Nelly Rubina, Odar Sifuentes, Benedicta Yanque, Manuel Ríos y el pequeño hijo de éste, Javier, todos de muy humilde condición, perdieron la vida entonces.
El 18 de julio de 1992, cuando el país ya estaba bajo el régimen dictadorial instaurado el 5 de abril del mismo año, encapuchados entraron a la universidad estatal La Cantuta, en Lima, y se llevaron a diez personas cuyos cadáveres fueron hallados en fosas clandestinas meses después.
Según las investigaciones, el Grupo Colina creía que el profesor Hugo Muñoz y los estudiantes Luis Enrique Ortiz, Juan Mariños, Heráclides Pablo, Robert Teodoro, Armando Amaro, Dora Oyague, Felipe Flores, Bertila Lozano y Marcelino Rosales eran militantes de Sendero Luminoso, aunque eso no pudo probarse nunca.
Para la Fiscalía, el Grupo Colina, dirigido operativamente por el ahora preso mayor Santiago Martín Rivas, no hubiese podido cometer esos crímenes al margen del aparato de poder liderado por Fujimori y menos en un gobierno que se caracterizó por el manejo férreo en ese campo.
La defensa argumentó que Fujimori nunca estuvo enterado de las "deplorables" masacres, pero el tribunal decidió que su culpabilidad está probada.
El proceso también incluyó los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario pesquero Samuel Dyer, encerrados en los sótanos del cuartel general del Ejército en hechos en los que Fujimori alegó que no tuvo participación.
En los casos de Gorriti, famoso periodista que entre otras cosas había revelado las actividades clandestinas del entonces desconocido asesor presidencial Vladimiro Montesinos, y de Dyer, ajeno a la política pero con enemistad personal con Montesinos, se presume que se quiso desaparecerlos, lo que se frustró al salir a la luz su paradero.
Télam.