El testimonio del prefecto Sergio Vallejos, a cargo de la Prefectura del Comahue: "Al río hay que tenerle respeto, por su gran caudal y porque puede pasar de 1.900 metros cúbicos por segundo a 600, según como liberen agua las represas. Cambian los brazos, la profundidad, los obstáculos.
"Hay unas de 600 embarcaciones a motor habilitadas en esta zona. Deben estar matriculadas y contar con los elementos de seguridad: chaleco salvavidas, bengala de mano, matafuegos, espejo y remos. Hay muchos bajofondos y aconsejamos velocidad reducida y que alguien se ubique en proa con un remo para chequear la profundidad y evitar roturas de hélices y de cascos. Recomendamos que dejen bien claro a sus familiares el punto de partida, dónde van a pernoctar y el punto de llegada.
"En las embarcaciones a remo lo fundamental es el uso del chaleco. Sólo deben ser guías boteros habilitados por nuestra fuerza aquellos que tienen una actividad comercial. El resto puede navegar libremente, aunque deben contar con los mismos elementos de seguridad. Por su poco calado y menor velocidad soportan mejor las dificultades. Desalentamos el uso de embarcaciones precarias de madera o hechas con tambores de 200 litros. Son riesgosas. Todas deben ser construidas en astilleros habilitados por Prefectura".