Las caricaturas del profeta Mahoma realizadas por Kurt Westergaard y otros dibujantes desataron a principios de 2006 una oleada de protestas en el mundo islámico.
En las 12 controvertidas caricaturas que publicó el diario danés "Jyllands-Posten", el mayor de Dinamarca, el profeta Mahoma aparece, entre otros, como peligroso terrorista con una bomba en el turbante.
Muchos musulmanes reaccionaron indignados y calificaron las viñetas de blasfemia, entre otros motivos por la prohibición de representar gráficamente al profeta.
El "Jyllands-Posten" escribió entonces que los musulmanes debían aprender a que se bromeara sobre su religión y, aunque se disculpó, se produjeron airadas protestas en febrero de 2006 entre otros en las representaciones danesas de Siria y Líbano.
En el verano de 2008, la red terrorista Al Qaida reivindicó un atentado suicida contra la embajada danesa en Pakistán, que causó la muerte a al menos seis personas.
En total, los disturbios y atentados relacionados con la publicación de las caricaturas causó más de 150 muertos, de ellos 70 en Nigeria.
Ya en febrero de 2008 se descubrieron planes de asesinato contra el caricaturista Westergaard.
DPA