COPENHAGUE.- Como en una montaña rusa, la cumbre mundial de cambio climático que finalizó ayer en esta capital europea tuvo sus altibajos causados por los duros embates entre los 115 jefes de Estado y otras 80 autoridades de alto nivel de las naciones del mundo en el último tramo de negociaciones hacia el cierre de esta conferencia.
Finalmente, luego de agitadas horas de deliberaciones, la sesión plenaria reconoció ayer por la mañana el "Acuerdo de Copenhague" al informar que "tomaría nota" del mismo.
Se trata de un documento que lejos de ser legalmente vinculante (obligatorio) es una declaración política impulsada por el presidente de los Estados Unidos y un grupo reducido otros jefes de Estado, entre los que estuvieron China y Brasil.
En las últimas horas de esta cumbre, y luego de dos semanas de negociaciones, este débil resultado generó decepción generalizada en el Bella Center, el lugar donde se hizo esta cumbre. Esta décimo quinta conferencia anual de los países miembro de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) era la fecha límite establecida en 2007 para llegar a un nuevo acuerdo mundial en ese campo.
La primera fase de ese protocolo legalmente vinculante finaliza en 2012, y sus metas de una reducción de 5,2% en comparación con los niveles de la década de 1990 son insuficientes para evitar una interferencia peligrosa de la actividad humana en el sistema climático, según los informes científicos.
"Necesitamos construir confianza entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo", sintetizó el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en una restringida conferencia de prensa realizada el viernes por la noche, donde con pocas palabras marcó cuál es el problema principal para alcanzar un acuerdo global, coordinado y obligatorio.
Obama también reconoció que lograr una confianza mutua será una tarea difícil.
Colaboración
Ayer por la tarde, el secretario general de la UNFCCC, Yvo de Boer, opinó, no obstante, que este documento es un paso importante hacia un potencial tratado más ambicioso.
"Es la primera vez que hubo tantos líderes trabajando juntos en un mismo lugar", dijo Boer. Además, consideró que es clave que el mundo trabaje en colaboración.
"La ventana de tiempo para actuar es cada vez más chica según nos informa la ciencia", agregó.
Ahora los ojos miran con incertidumbre la próxima COP en diciembre próximo en México. Aunque también se podría organizar una reunión a mediados de año en Bonn, Alemania. La duda que flota en el aire es si se logrará alcanzar el consenso que evidentemente no se logró en Copenhague.
"Subrayamos que el cambio climático es uno de los desafíos más grandes de nuestros tiempos. Enfatizamos nuestra fuerte voluntad política para combatir el cambio climático de acuerdo al principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas", se lee en el comienzo del acuerdo danés.
Allí también se destaca que para alcanzar la meta de estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera -en un nivel que evite la interferencia antropogénica en el sistema climático- se deberá mantener el aumento de la temperatura a menos de dos grados centígrados.
Esto responde a la información brindada por el cuarto informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), que constituye la base científica de esta convención de la ONU.
Incluye un reconocimiento explícito de la estrategia de reducción de GEI a través de la reducción de la deforestación. Ese campo es relevante sobre todo para los países en desarrollo donde existen grandes superficies de bosques, como Indonesia, Brasil, países africanos e incluso la Argentina.
Podrían recibir incentivos económicos para reducir sus tasas de deforestación.
Si bien no se dan detalles concretos de cómo se administrará, el texto plantea la creación de un fondo por parte de los países desarrollados de 10 mil millones de dólares en el período 2010-2012 para ayudar a establecer medidas de mitigación y especialmente de adaptación "en los países menos desarrollados, los pequeños Estado-islas y países de África".
También se establece la intención de "movilizar 100 mil millones de dólares por año hacia 2020" para responder a las necesidades de los países en desarrollo.
Próximo objetivos
Además se informa sobre las nuevas metas de reducción de GEI por parte de los países industrializados, y también sobre los objetivos de mitigación voluntaria que anunciaron varios países emergentes, como la China, Brasil y la India. El interrogante entonces es si se avanzará hacia una nueva etapa legalmente vinculante, sobre todo a partir de 2013.
A lo largo de esta reunión, desfilaron por los pasillos del Bella Center -el edificio de 77 mil metros cuadrados donde se hizo este encuentro- encumbrados personajes de la política internacional.
Incluso estuvo aquí el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, que preside en la actualidad del "Club de Madrid".
Se trata de un grupo que reúne a ex jefes de Estado que promueven la democracia y también toma de conciencia sobre el cambio climático.
"Además de un esfuerzo global, sería importante lograr que en nuestra región se realicen iniciativas de modo coordinado", dijo el ex mandatario chileno a "Río Negro".
Así, a pesar de haberse realizado en la ciudad del famoso cuentista Hans Crhistian Andersen, esta décimo quinta conferencia de las partes (COP 15) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) no tuvo final feliz.
Laura García Oviedo
Especial para "Río Negro"