| La gente de Estudiantes le puso calor y pasión al Mundial de Clubes, dando además un ejemplo de comportamiento y aceptando la derrota con hidalguía, al igual que los jugadores. El torneo le dio otro ritmo de vida a una ciudad que no es de las más alegres, quizás por su conformación cosmopolita, con un 80% de extranjeros. Y en la final, los hinchas de Estudiantes, unos cinco mil, se hicieron sentir por sobre 50 mil, porque los locales apoyaron al Barcelona. En el fútbol siempre el público independiente se inclina por el más débil, pero eso no pasó. Es que en Abu Dhabi el público que fue a la cancha es el poderoso, el que se pasea por autos descapotables, que puede consumir alcohol y que se la pasa del barco al shopping. El resto son nepalíes, filipinos, paquistaníes, quienes trabajan para que los jeques puedan enorgullecerse de esta ciudad en crecimiento. Por eso, los poderosos estuvieron del lado de los poderosos. | |