La enorme actuación de Estudiantes ante el mejor equipo del planeta sólo deja lugar para una sóla reflexión: la mística está intacta, porque este Pincha que se vio en Emiratos Árabes se asemeja al histórico de finales de los ´60 e inicio de los ´70.
Fue hace 41 años cuando el conjunto dirigido por Osvaldo Zubeldía logró un histórico empate 1 a 1 ante Manchester United en el Old Trafford y silenció a todos los hinchas locales, que se habían ilusionado tras la ajustada derrota en La Plata por 1 a 0.
La comparación entre Juan Ramón Verón y su hijo Juan Sebastián también resulta inevitable. Mientras la Bruja padre fue el autor del gol en suelo inglés, la Brujita es la bandera de toda esta campaña de Estudiantes, que se inició con aquel agónico título en el Apertura 2006 en la final ante Boca, siguió con la obtención de la cuarta Copa Libertadores en julio pasado en Cruzeiro en Brasil y que inevitablemente se cerró ayer en Abu Dhabi, con una derrota de pie ante el poderosísimo Barcelona, que ganó nada menos que los seis títulos que disputó en 2009.
Tal vez sean horas de desazón para el pueblo pincha, pero el ajustado 1-2 no debe entristecer demasiado, porque la maravillosa actuación de este León no debe ser olvidada facilmente.
Por eso, tras un viaje interminable para el plantel, seguramente será recibido con una fiesta similar a la que los esperó luego de ganar la Libertadores en el Mineirao.
Y está bien que eso pase. Este equipo, el de la familia Verón (que en la mesa navideña unirán cuatro finales del mundo entre padre e hijo), pero también del fundamental Mauro Boselli, de Albil, Clemente Rodríguez, Cellay, Desábato, Ré, Pérez, Braña, Benítez, Díaz, Sabella, y también de Bilardo y de Zubeldía, se merece ese reconocimiento.