A pesar de la derrota y que al cierre del partido en Abu Dhabi una torrencial lluvia se desató sobre esta ciudad, los hinchas de Estudiantes de La Plata salieron a las calles para exteriorizar su satisfacción por el gran partido que jugó el equipo "albirrojo" ante el poderoso Barcelona de España, ante el que cayó 2 a 1, en el alargue, por la final del Mundial de Clubes.
Los simpatizantes "pincharratas", con paragüas o cubriéndose del agua con las banderas, se concentraron en la esquina de 7 y 50 para festejar como si el equipo de Alejandro Sabella hubiera conseguido la Copa, un sueño que se perseguía desde hace 41 años, cuando consiguió la entonces Copa Intercontinental, ante el Manchester United, de Inglaterra, en Old Trafford.
Cuando se inició el partido hacía 36 grados en la ciudad de La Plata, y cuando finalizó ya había descendido a 22, pero a despecho de la torrencial lluvia cientos de ellos prefirieron ganar las calles para gritar por el equipo de sus amores que estuvo a sólo dos minutos de abrazarse otra vez a la gloria ya que el empate trransitorio del equipo catalán llegó a los 43 minutos de la segunda etapa.
La mayoría de los simpatizantes "albirrojos" dijeron sentirse orgullosos por el esfuerzo realizado por los jugadores, y se autoconvocaron par darle una calurosa bienvenida cuando arribe al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en las primeras horas del próximo lunes.
También se agregaron aquellos hinchas que vieron el partido en las pantallas gigantes que habilitaron distintas agrupaciones y filiales del club, y también, en forma espontánea, se formaron caravanas de automóviles que, haciendo sonar sus bocinas convergieron hacia el centro de la ciudad.
Los simpatizantes "pincharratas", al igual que los jugadores, sintieron el impacto por la derrota, especialmente el hecho de que estuvieron tan cerca de hacer historia en el fútbol mundial, pero no por ello se dejaron avasallar por la desesperanza y, desafiando las inclemencias del tiempo ganaron las calles para festejar como si se hubiera ganado.
DyN
