Estudiantes de La Plata estuvo a dos minutos de la gloria, pero el poderoso Barcelona de España le igualó el partido sobre el final y en el tiempo suplementario se quedó merecidamente con el Mundial de Clubes en Emiratos Arabes con un gol de pecho de Lionel Messi.
El conjunto platense ganaba con un gol de Mauro Boselli a los 37 minutos del primer tiempo, mientras que Barcelona puso el 1-1 a los 43 del segundo a través de Pedro, y sobre los 4 del segundo tiempo suplementario se quedó con toda la alegría gracias al gol de Messi, quien así le terminó ganando a Juan Sebastián Verón el duelo de celebridades argentinas que tuvo la final.
Pese a que llegó de punto al choque decisivo, Estudiantes estuvo a las puertas de darle forma a una de las dos epopeyas más grandes de su historia, después de la Copa Intercontinental que obtuvo en 1968 al ganarle al Manchester United en la mismísima Inglaterra, su único título mundial.
Así, Barcelona, considerado el mejor equipo del planeta en la actualidad, obtuvo su primer título ecuménico y redondeó el año más glorioso de su rica historia, ya que además obtuvo la Liga de Campeones de Europa, la Supercopa de España, la Copa del Rey, la Supercopa de Europa y la Liga española.
Estudiantes jugó con mucha inteligencia en el primer tiempo, en el que hizo sentir incómodo a su calificado rival, y en la etapa final se dedicó a resistir los continuos ataques de un Barcelona que alcanzó la igualdad cuando el partido se terminaba.
Lejos de refugiarse en su campo, los dirigidos por Alejandro Sabella salieron a jugarle de igual a igual al equipo del momento, que se vio sorprendido por la presión a la que fue sometido en el mediocampo. La apertura llegó a los 37 del primer tiempo, cuando Juan Manuel Díaz mandó un gran centro desde la izquierda y Boselli ganó de cabeza ante Eric Abidal y Carles Puyol.
Antes, Estudiantes había estado cerca con una entrada de Enzo Pérez conjurada por Víctor Valdés y el Barcelona había inquietado con dos incursiones mal resueltas por Xavi Hernández. Tras el descanso, Josep Guardiola mandó a la cancha a Pedro (delantero) por Seydou Keita (volante) y Barcelona salió decidido a arrinconar a un Estudiantes que, a diferencia de lo que había hecho en la etapa inicial, cometió el error de querer aguantar el partido.
Estudiantes se defendió como pudo y Bacelona le generó seis situaciones de gol. Sin embargo, parecía que el arco de Damián Albil finalizaría en cero porque el partido se iba irremediablemente para los españoles. Hasta que Pedro puso la cabeza a los 43 y fueron al suplementario.
A esa altura ya estaba en cancha Jeffren, un juvenil de la cantera del Barcelona que tenía apenas cinco partidos en Primera y que resultó desequilibrante con su gambeta en velocidad. La tónica del desarrollo no se modificó: Barcelona siguió forzando en ataque y Estudiantes, exhausto físicamente, se refugió demasiado cerca de su arco.
Sobre los 4 del segundo tiempo del suplementario, Messi le puso el pecho a un centro del brasileño Daniel Alves y le dio el título a su equipo. Estudiantes casi lo empata con un cabezazo de Leandro Desábato en el último minuto, pero Barcelona no merecía ir a los penales porque fue el mejor de los dos.
DyN