ROMA (AFP) - El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, deberá permanecer hospitalizado hasta mañana tras ser agredido el domingo por un desequilibrado, quien se excusó este lunes públicamente en una carta.
Berlusconi, de 73 años, permanecerá en el hospital milanés de San Raffaele al menos otras 36 horas, informó su médico personal, Alberto Zangrillo, quien considera que las heridas del paciente son más delicadas de lo que parecían inicialmente.
El jefe de gobierno, que no llegó a perder el conocimiento, sufrió una fractura en la nariz, dos dientes rotos y heridas internas y externas en los labios además de haber perdido medio litro de sangre, lo que lo ha debilitado, indicó su médico.
"La situación es tranquila pero exige que sea vigilada de manera atenta. Las fracturas de huesos deben ser controladas", agregó.
Berlusconi se restablecerá completamente en unos 20 días y no será necesaria una intervención quirúrgica, precisó el médico.
Berlusconi recibió numerosas manifestaciones de solidaridad de los principales líderes políticos nacionales así como del papa Benedicto XVI, de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, del primer ministro británico, Gordon Brown, del presidente francés, Nicolas Sarkozy y del primer ministro ruso, Vladimir Putin, entre otros.
El presidente del Senado, Renato Schifani, visitó a Berlusconi y afirmó: "Más allá del dolor físico le hace sufrir el odio político que se ha transformado en agresión. Lo que trasluce es el dolor interno de un hombre que no comprende el porqué de este odio". El cura de Il Cavaliere, Don Verzé, se ha expresado en la misma línea tras hablar en persona con él. "Berlusconi no entiende porqué le odian de esta forma", ha dicho Verzé a la salida del hospital.
La agresión, a pesar de haber sido cometida por un desequilibrado, desató revuelo en la clase política y según el diario La Repubblica (izquierda) ilustra "la grave degradación del clima político" en Italia.
"Es el resultado del odio que se ha fomentado" en el país, declaró Paolo Bonaiuti, portavoz de Berlusconi.
"Violencia constitucional", tituló por su parte Il Giornale (derecha), el diario de la familia Berlusconi, que acusó a "algunos" líderes políticos de ser los "autores morales" del gesto violento, en una alusión al ex juez anticorrupción Antonio Di Pietro, actual líder del partido de oposición Italia de los Valores y enemigo histórico del magnate de las comunicaciones.
Según el ministro del Interior, Roberto Maroni, no hubo falla alguna en el sistema de seguridad y descartó que se hubiera tratado de una deficiencia de los guardaespaldas.
"Todo el mundo se debe sentir responsable", estimó por su parte Rosy Bindi, dirigente del Partido Democrático (PD), principal organización de la oposición de izquierda.
El clima político está bajo creciente tensión después de un juicio por corrupción contra Berlusconi así como por los escándalos sexuales y las acusaciones de un mafioso arrepentido de complicidad con Cosa Nostra.
La agresión también plantea interrogantes sobre la eficacia de los servicios de protección del jefe del gobierno italiano.
"La protección del jefe de gobierno es un asunto que atañe la seguridad nacional y mañana voy a proponer un debate sobre el caso en la Comisión Parlamentaria para el Control de los Servicios Secretos", anunció el diputado Carmelo Briguglio.