CIPOLLETTI (AC).- "La víctima estaba durmiendo, no pudo ni siquiera gritar, ni avisarle a la madre que estaba en el piso de abajo", expresó el fiscal José Rodríguez Chazarreta antes de solicitar prisión perpetua para Alex Hernán Velásquez Barrientos, por "homicidio agravado por haberse cometido con ensañamiento y alevosía". La misma pena pidió el querellante Jorge Crespo.
Para la acusación no quedaron dudas de la autoría de Velásquez Barrientos en el crimen de Agostina Mazzina, la joven de Fernández Oro que hacía apenas 10 días había cumplido sus 17 años cuando la mataron en su casa, el 31 de enero pasado. Fiscalía y querella coincidieron en que el acusado es "absolutamente imputable", aunque la defensa, en un efusivo y extenso alegato, intentó luego demostrar lo contrario.
El defensor oficial Alejandro Silva pidió la absolución por inimputabilidad de su defendido y subsidiariamente una pena por "homicidio simple" (ver aparte). La sentencia se leerá el lunes 21, a las 12.
A diferencia de las audiencias anteriores, ayer Velásquez Barrientos estuvo todo el tiempo en la sala junto a su defensor, aunque siempre con la cabeza gacha. Sólo levantó la mirada al finalizar, cuando el presidente del Tribunal le preguntó si quería agregar algo más. "No señor", respondió y salió minutos después fuertemente custodiado.
El primero en alegar fue Crespo, abogado de Doris Fernández, madre de la víctima. Realizó un análisis técnico, comenzando por el hecho. "El 31 de enero Agostina fue asesinada a puñaladas de una manera cruel y cobarde", empezó diciendo. "Y no existen dudas -agregó- de quién es el autor". "La identidad nace de la propia torpeza del homicida", refirió el querellante, resaltando la huella dactilar hallada en la ventana y los restos de sangre del imputado, que se lastimó las manos al escapar. Dijo que con estos dos elementos sería suficiente para demostrar la autoría, pero igual agregó la "obsesión" del acusado por Agostina, de quien estaba "enamorado".
Consideró que Velásquez Barrientos "comprendía y podía dirigir sus actos" y por lo tanto "es imputable" y dijo que el homicidio "fue cometido con alevosía y ensañamiento". "Le da muerte cuando descubre que estaba dormida", "actuó sobre seguro", "muere producto de las últimas heridas de las 27 registradas; por lo menos 25 o 26 lesiones Agostina las recibió en vida", fueron algunas de las frases que utilizó.
"No sólo actuó sobre seguro -añadió- No sólo aprovechó que Agostina estaba durmiendo y el estado de indefensión de la pobre chiquita. Encima, con intención, con voluntad, aumentó el dolor de la víctima; se ensañó".
Rodríguez Chazarreta reforzó el argumento. "El imputado vigiló el lugar (...) le asestó una suficiente cantidad de puñaladas para provocarle un fuerte sufrimiento", afirmó tras describir el hecho: en la madrugada del 31 de enero, cerca de las 4, Velásquez Barrientos subió al tejado de la vivienda de los Mazzina e ingresó por una ventana a la habitación de la joven. Allí le asestó 27 puñaladas y luego escapó por el mismo lugar por donde ingresó. Agostina murió minutos después, camino al hospital.