Decenas de miles de personas se manifestaron este sábado en Bruselas, Londres y otras capitales europeas, a dos días del inicio de la cumbre de Copenhague, destino del "Clima Express", un tren ecologista que echó a andar desde Bélgica cargado de militantes y negociadores.
El "Clima express" salió de Bruselas en la mañana para un viaje de doce horas que le llevará a Copenhague. A bordo de él viajan varias delegaciones (Francia, Bélgica, Luxemburgo) de negociadores, expertos y militantes ecologistas que se dirigen a la capital danesa para la cumbre de la ONU sobre el clima.
Harán una escala en Colonia (oeste de Alemania) para recoger allí a sus homólogos alemanes. Unos 192 países participarán del 7 al 18 de diciembre en esa cumbre para tratar de obtener un acuerdo que reemplace el Protocolo de Kioto, que llega a su término en 2012.
En unas diez ciudades de Francia, centenares de personas tocaron tambores y golpearon cacerolas y latas de conservas para "subir el volumen". Lo hicieron a las 12H18 precisas, en referencia al fin de la cumbre que será el 18 de diciembre.
En el centro de París, los manifestantes se vistieron con los colores naranja, negro y blanco del Ultimátum Climático, que reúne a once ONG. En Burdeos (sudoeste de Francia), ante una banderola que proclamaba "Clima: Urgencia a 2 días", los manifestantes mostraron avisos con las emisiones anuales de gases de efecto invernadero por países.
Los británicos no se quedaron con los brazos cruzados y a mediodía iniciaron su acción en Londres con una misa ecuménica. "Parece que en las últimas décadas, tal vez el último milenio, la raza humana no fue muy buena con el resto de la creación, así como nuestra civilización no fue buena con la raza humana", dijo Rowan Williams, arzobispo de Canterbury y jefe de la Iglesia anglicana.
Luego vino "La ola", una manifestación organizada por la coalición Stop Climate Caos (Parar el caos climático) que llegó a las calles de la capital, proyectando ondas en Glasgow (Escocia), Dublín y Belfast. Según Scotland Yard unas 20.000 personas recorrieron Londres con prendas azules, en referencia al color del agua de la ola.
En Bruselas, hasta 15.000 manifestantes de todas las edades se movilizaron para reclamar un acuerdo "ambicioso" en Copenhague. Muchos vinieron en familia, otros con sus banderas sindicales, políticas o de sus asociaciones. El todo formaba una larga ola de colores turquesa y verde, que desfiló por el barrio de las sedes de las instituciones europeas, el cual suele estar desierto el sábado. Un grupo de niños tocando tambores iniciaron la marcha al grito de "act now" (¡actúen ahora!).
En Estocolmo, más de 200 manifestantes recorrieron la ciudad, tocando tambores y exhibiendo pancartas en las que pedían acción. Ante el palacio real, caminaron al son de la canción "The final countdown" ("La última cuenta final"), un éxito musical del grupo Europe. Los ecologistas italianos prefirieron esperar al día de apertura de la cumbre, para el que programaron una manifestación en bicicleta denominada "Copenhague llama a Roma". El cortejo recorrerá los lugares más emblemáticos de la ciudad con la consigna "Paremos la fiebre del planeta".
AFP